Un diván en mitad de Midvale

Capítulo 53 ¡Viva!

Lena

Habíamos estado en el mar por lo menos veinte días, los primeros días fueron nublados y muy lluviosos, gracias a eso pudimos recolectar algo de agua para tomar, ese no era el único gran problema mi piel estaba mucho mas bronceada y mis cremas estaban a punto de agotarse, usamos un paracaídas para proporcionarnos sombra, gracias a unos troncos que nos encontramos flotando, colocamos prendas en las puntas de estos para que no se ponchara nuestra balsa, que se suponía era la más resistente y de la más alta tecnología.

El capitán Evans, Salomón y Spencer pescaron un gran pez y lo intentamos asar encima de la Tablet destruida de Salomón que descubrimos se calentaba muy bien en el sol y funciono, hicimos lo mismo con un ave que cazó Michaels dos días después, el sabor no me importaba en absoluto, lo único que necesitábamos era sobrevivir

Los días pasaron y los días calurosos llegaron, según Evans el mar nos estaba alejando cada vez mas de Hawái y un día sin esperarlo hubo una gran tormenta que casi hizo que nuestra balsa se volteara, no pudimos dormir esa noche, fue la hasta ese momento la más difícil de todas.

Loa otra cosa difícil en esta travesía era ser la única mujer con cuatro hombres en mitad del mar, ellos no tenían pudor alguno por hacer sus necesidades, pero yo soy mujer y estoy embarazada, ellos prometieron darme mi espacio para que realizara es necesidades, pero en un espacio tan pequeño era muy difícil, así que esperaba a que se hiciera de noche

El mar nos era todo en ese momento, nuestro hogar, nuestro sustento y el sol era una muerte en el día y hacia una enorme falta en la noche, a las dos semanas comencé a sentirme mal, me sentía resfriada y gracias a la farmacia que Spencer conservaba en su maleta pude sobrevivir

Una noche en la cual estaba a punto de hacer mis necesidades pude escuchar un motor, no cualquier motor si no un motor de avión, me moví como pude para despertar a Evans – capitán, capitán, puedo escuchar un avión – el me miro y busco entre sus mochilas después de confirmar que en verdad se escuchaba un avión, el único problema era que no lo visualizábamos debido a la cantidad de nubes

–¿que pasa? ¿Por qué no vemos nada? – dije volteando a ver por todos lados, eran nubes densas que no nos dejaban ver las luces

–de todas formas, parece estar a demasiados pies de altitud, no podrá ver la bengala– contesto Michaels al ver que un diminuto avión pasaba sobre nosotros

–pero y si es nuestra única oportunidad ¿Qué haremos después? –

–no podemos desperdiciar nuestra única fuente de rescate, solo en el día somos visibles, vamos lena, hemos tenido un día de mierda– Evans se volvió a dormir y yo solo pensaba en mi hija y en kara, ¿y si nunca las volvía a ver? No podía abandonarme a la idea de no sobrevivir no era digno de mi

–Lena ¿estas bien? – pregunto Spencer, el joven ya no se parecía al chico que se había estrellado conmigo en medio del mar, las ojeras les llegaban a los cachetes, su pelo ya no era del mismo color y su piel tampoco, y si el se veía así, no podía imaginarme como me veía yo

–lo siento Spencer, siento si te desperté– me senté a un lado olvidándome de mi tarea anterior – creo que cada día hay menos esperanzas –

–no puedes decir eso, no puedes decirlo después de habernos hecho soñar con todos esos cuentos e historias de amor, ¿acaso no quieres volver a ver a tu esposa? – claro que quería lo deseaba con mi vida, una de las buenas cosas de estar con personas desconocidas fue poder platicar del amor que le profesaba a mi mujer, de como nos conocimos, crecimos y nos enamoramos, de las partes tristes y de nuestras travesuras, los había hecho reír y llorar con todo lo que pude contarles en eso días –acaso no quieres decirle que tienen una nueva oportunidad para luchar por su amor..... lena ese bebe tiene que conocer a su madre –