Serás mi rey

Capítulo 7

—¿El rey de los demonios limpiando baños? ¿A quién se le ocurre esa barbaridad? —Me quejé con evidente molestia

—A tu querido padre —Respondió Kyu muy apático

Como le había llamado animal jubilado a mi padre en medio de mi juramento, él prometió que me castigaría. Y no se le olvidó hasta ahora en que Kyu también tiene que pagar conmigo por haberme matado. Vaya, la carga de limpiar cientos de baños se aligera un poco.

Kyu siempre se preocupa por mí y nunca tengo una forma para cómo agradecérselo. No quiero ni imaginar lo que debió haber sentido cuando le di la noticia de mi beso con Saeng recién despierto. Estaba tan feliz por eso que no pude aguantar más en compartirlo con alguien más, así que entiendo que me haya matado del enojo.

—¿Así que ahora él cree que odio a Young Saeng?

—Sí, y si no hubieras despertado una guerra habría estallado —Decía sacándole brillo al suelo

Tuve una idea. —Ah, ya que él tiene esa idea, puedo seguir yendo al castillo sin ningún problema —Lanzó el cepillo a un lado y el sonido chocando contra la pared resonó

—Para ya, Hyun —Susurró

—¿A qué te refieres?

Kyu me acorraló en el suelo —Estoy preocupado por tu obsesión con ese rey. ¿Pensaste que un plan tan malo iba a funcionar? Ni siquiera te ocupaste de los demonios que mataste y esta vez estuviste a punto de morir ¡y de verdad!

—Calma, primo. Solo se fue un poco de control. Podemos ir nosotros dos la próxima vez

—¡Hyun, basta! ¡Ni los dos ni tú solo iremos a ese lugar! ¿No te das cuenta que no le gustas? —Lo sentí como si me apuñalara— ¿Por qué te mataría una y otra vez, si no?

—Pero el beso…

—¿Eso es todo? No digas tonterías

Me quedé en silencio recordando aquel beso. Había durado muy poco el momento en que pude apreciar a Saeng encima de mí, con esa luz tan brillante que dejó de hacerme daño. Quisiera preguntarle cómo lo sintió, saber si para él fue igual de especial como lo fue para mí. Ese fue mi primer beso con un ángel y la sensación no creo que se me olvide nunca.

—Su cuerpo brilló y no me hizo daño

—Tu poder reacciona a las emociones en cada momento y dependiendo de la intensidad es un sentimiento. Cualquier pensamiento pudo provocarle eso

—Lo sé, pero, ¿y si se sintió feliz, aliviado… no sé, algo bonito?

—¿Crees que si perseveras podrás convencerlo?

—Sí puedo —Me agarró del cuello de la camisa

—Dices que eres distinto de esos cazadores, pero ¿de verdad es así? ¡Solo ves al rey como alguien a quien conquistar! ¡Un premio!

—Eh… ¿en serio me comporté así? —Pregunté apenado

—Sí, muy en serio —Me soltó y se puso de pie— Limpia el resto

—¡Kyu, espera!

—No, Hyun. Te lo mereces.

Me asomé por la puerta para verlo y vi por el otro lado del pasillo que venían corriendo varios guardias y él iba de espaldas a ellos —Pero, Kyu…

—Que no. Ya tuve suficiente por hoy

—¡Solo quería advertir…! —Muy tarde. Lo atropellaron. Me acerqué— Deja que te ayude

—No. Déjame en paz —Se levantó y siguió su camino cojeando

-Castillo de los ángeles-
El castillo se encontraba en reparación debido a la última batalla con Hyun Joong y el daño que dejó. Young Saeng sin embargo, a pesar de ya estar completamente recuperado, parece más absorto y enojado de lo común por el beso que permitió y porque todos sus generales al saberlo no han dejado de burlarse de él, pero ya tomó sus alternativas para eliminar los cuchicheos.

—¿Cuánto le falta por correr a Jae Joong? —Le preguntó a uno de sus sirvientes

—Todavía la mitad del castillo

—Agrégale los jardines por demorarse y dile que por cada hora que tarde, es una parte de la ciudad que correrá. Y si se atreve a usar sus alas diles que se las corto personalmente.

Por otro lado, Yoona seguía muy inspirada.

—Ya tengo material para acabar mi novela. Solo unos cuantos capítulos más y podré enviárselo a mi editor. Ay, ese forcejeo en el suelo, ese beso, su muerte y el rey salvándolo… —Soltó un gritito de fan enamorada— ¡Es que son muy lindos!

—¿No crees que es demasiado de tu parte? —Pregunta Yunho

—No le hago daño a nadie. Ayudo a Jae para que esos dos terminen juntos y yo acabo mi novela. ¡Todos salimos ganando!

-Area de investigaciones del castillo de ángeles-
Junsu revisaba con una sonrisa todas las conclusiones a las que habían llegado sus recientes investigaciones y el hecho de que los resultados fueran tan interesantes le llamaba más la atención.

Llamó a su asistente. —Quiero que le lleves estos informes al padre del rey. Se los daría yo mismo, pero tengo cosas pendientes por hacer

—Pero todavía no es la fecha de los informes, ¿es urgente? ¿Y el rey no debería saberlo?

—Fue un pedido exclusivo de su padre. Se trata… del novio de su hijo

—¡¿S-su novio?! ¿Se refiere a ese demonio que no deja de venir? ¿El rey finalmente lo aceptó? —Miró a los lados para confirmar que nadie los escuchaba— ¿O se trata de un romance secreto?

—No es nada de eso. Técnicamente no es su novio (aun), pero entre los generales lo llamamos así para molestar al rey. Es divertido, se pone rojo como un tomate

—Ah

—Bueno, suficiente. Llévale eso.

Rápidamente llegó al piso donde vive el antiguo rey y toco su puerta varias veces antes de poder pasar.

—Buenas tardes, su majestad. Aquí traigo lo que pidió

—¿De verdad? Ya creí que se estaban tardando demasiado —Agarró los papeles y se sentó a leerlos— Así que es el nuevo rey demonio… Kim Hyun Joong —Miró su foto — Es mucho más guapo que el tonto de su padre. ¿Es el responsable de que el castillo esté en reparación?

—Sí. Se comenta que el rey demonio quiere conquistar el corazón de su majestad. Ambos reyes son muy parejos en cuanto a fuerza.

—Ya veo. —Siguió revisando hasta que llegó a unas páginas y su sorpresa fue total, pero luego mostró una sonrisa maliciosa— Qué bien. ¿Qué piensas de mi hijo?

Respondió al instante. —Que es muy guapo y adorable, tanto que creo que todos se quieren casar con él —Hyung Jun hizo una mueca

—No era sobre eso —La asistente se sonrojó de la vergüenza— ¿Crees que mi hijo esté realmente enamorado de ese demonio?

—Los generales siempre bromean con su majestad y es normal que se avergüence si lo molestan con que le gusta ese demonio, por eso asumen que el rey está enamorado. Sin embargo, en mi opinión, no creo que tenga algún interés romántico, si no, no mostraría tanta hostilidad hacia él.

Pasó una mano por su barbilla. —Entiendo tu punto. Hay que cambiar ese odio. Mi hijo tiene que mantener de su lado a ese rey.