Serás mi rey

Capítulo 17 (Parte 3)

*HYUN JOONG*
-Oye, hijo. Ya va siendo hora que te lo cuente. Siempre oculta esa marca, ¿sí? Es la marca de los encantadores de ángeles.

-¿Eh? ¿No es una marca de nacimiento?

-Sí, es de nacimiento, pero te da una habilidad especial. Mira -Levantó su largo cabello y pude ver una marca con una estrella en su nuca- Son diferentes nuestros símbolos. El mío me da el poder de convertirme en animales, pero el tuyo te permite atraer a los ángeles.

-¿Eso significa que puedo hacerme amigo de los ángeles? -Pregunté con la ilusión de que si llegaba a encontrarme con Saeng él no me odiara, pero lo que recibí fue un golpe en la cabeza

-¡No seas idiota! No es tan simple como crees. Aunque puedas hacer que los ángeles se sientan cómodos y seguros en tu presencia, te harán pedazos si se enteran de que posees esa habilidad.

Se creía que los encantadores poseían el poder de controlar a los ángeles. Es por eso que, hace mucho el rey Hyung Jun ordenó que los eliminaran a todos. Había una aldea en la que vivía la gran mayoría de estos encantadores, pero ellos no pudieron pedirle ayuda a nuestro reino porque eran perseguidos al haberse aliado a los ángeles. No tenían a dónde ir, y por eso todo el mundo creía que habían muerto. Pero solo uno sobrevivió a pesar de estar muy mal herido y ahora no tiene un lugar fijo donde quedarse. Si los ángeles llegan a enterarse de que hay más encantadores con vida, seguramente los querrán matar.

-Hyun, dependiendo de quién descubra que eres un encantador de ángeles, te usarán como una herramienta o te matarán al instante

-Presente-

Tenía que recordar las palabras de mi padre mientras veo que la expresión aterrada de Saeng no cambia. Entiendo que se sienta así, no fue en vano que se lo oculté.

-¡Su majestad! -Corrían unos ángeles hacia nosotros- Estamos a salvo

-¡Los aldeanos! -Gritaron los soldados- ¡Revisen a los heridos!

Saeng se puso de pie y me dio la espalda. ¿No me mató?

Mi corazón se aceleró y corrí hacia a él para abrazarlo por la espalda -Gracias por confiar en mí. Voy a explicarte todo luego, lo prometo. Espérame

*YOUNG SAENG*
¿Cómo pude perdonarle la vida? Claramente es una amenaza, ¿por qué no pude matarlo? ¿No he aprendido aun la lección?

-¿No piensa ir tras esos demonios, su majestad?

-No. Vamos a regresar al castillo. La prioridad es que estén a salvo, después nos encargaremos de los invasores. Sospecho que tienen refuerzos, por eso tenemos que irnos cuanto antes

-¿Ah, en serio?

-No se preocupen, voy a asegurarme de despedazar a esa escoria demoniaca

-Ay, sí. Hazlo, por favor

¿Por qué confío tanto en Hyun? ¿Qué espero ganar con eso?

Es imposible que me haya encantado, ¿no? Ser "rey de los ángeles" significa que soy inmune a los encantamientos. Pero estoy seguro de que algo cambió dentro de mí desde que nos volvimos a ver... algo que no me gusta.

Hyun, ¿qué me has hecho?

Agarro mi pecho, cierro mis ojos por el dolor que me escuece por dentro. Cubro mi boca, vuelvo a toser y veo mi mano empapada de sangre. Trato de mover mis alas metálicas, pero están demasiado débiles... yo estoy débil. Así que de eso se tratan esas llamas negras, te queman internamente mientras que las comunes lo hacen externamente.

Analizando a Hyun... usa llamas comunes como poder básico y las puede manejar a su preferencia; las llamas negras, por ahora puede usar sus brazos sin perder la lucidez, pero si ese poder lo controla a él se vuelve destructivo; puede encantar a los ángeles, volar, sabe de magia, tiene una gran fuerza física y un entrenamiento avanzado en armas y artes marciales. Si todo eso se resume en una sola persona... es potencialmente peligroso para mi reino. Entiendo que ese demonio haya experimentado en él para convertirlo en un arma, solo que no le funcionó a su favor. Hyun no puede ser mi enemigo, tengo que mantenerlo de mi lado.

-Señor, ¿por qué sus alas tienen manchas negras?

Sentí mi cabeza dar vueltas y ya no podía mantenerme de pie. Solo me dejé caer y todo se sumió en una profunda oscuridad.

*HYUN JOONG*
Me quité el disfraz y fui a rescatar a todos los demonios. Por suerte, fueron pocos los que resultaron gravemente heridos. Mis hechizos de sanación no servirían, así que llamé a Sungmin y se teletransportó enseguida.

-Viniste muy rápido, ¿dónde estabas? -Le pregunté

-Eh... C-casualmente pasaba cerca cuando vi todo el desastre

-¡Qué coincidencia! Yo también pasaba por aquí -Reí nervioso

Respecto a los invasores y lo que hacían en el territorio de los ángeles

El representante fue quien habló. -Intentábamos capturar ángeles, su majestad. Hay demonios dispuestos a pagar mucho dinero por ellos. El duque Min Ho no pudo ayudar a nuestra aldea, aunque somos sumamente pobres, así que nos dijo que hiciéramos eso

¿Qué? ¿El duque Min Ho? Sungmin y yo intercambiamos miradas

-No podemos cultivar nada en nuestra tierra y los animales mueren rápido... es la única forma de ganar dinero que tenemos

-¿Ustedes pertenecen a la aldea cerca de la gran barrera en la parte que gobierna el duque Min Ho? -Asintieron todos- Con razón, esas tierras están secas y con poca vida, pero no sabía que era tan grave

-Nuestra aldea es la única que tiene ese problema

-¿No han planteado mudarse?

-Esta es la tierra de nuestros ancestros. No podemos abandonarla. Sabíamos que esos ángeles podían aplastarnos al instante si resultaban ser muy fuertes, sabíamos que nuestras armas eran una porquería y sabíamos cuáles eran los riesgos. Así de desesperados estamos. Por favor, entiéndanos y tenga piedad de nosotros

-¿Por qué piedad? -Se entrometió una chica- ¿Cuál es el problema de capturar ángeles? ¿Qué tiene de malo? ¿Acaso es ilegal? ¡Son monstruos! ¡No dudarían en matarnos si nos tuvieran cerca! ¡Por eso tenemos que ser crueles con ellos!

Tiene razón. Todos nosotros hemos tratado a los ángeles como si fuesen basura. No era simplemente la guerra. En general, los demonios siempre han sido crueles con los ángeles. Por comida, gloria, ambición o deporte, esto siempre fue la norma que nos inculcan desde pequeños.

¿Es posible que no me haya dado cuenta de esto porque no he atendido como se debe a mi gente?

-Hyun, digo, su majestad -Sungmin interrumpió mis pensamientos- Es tarde, mañana tenemos una audiencia con el duque Min Ho. Acompañemos a estos demonios hasta su aldea y volvamos a casa

¿De verdad es imposible que los demonios y los ángeles nos llevemos bien?

Si lo pienso bien mi plan inicial para lograr la paz, puede generar más molestias entre los dos reinos. Primeramente, debo hacer que ambos pueblos lleguen a relacionarse, vigilar cómo interactúan juntos y tratar de minimizar la caza de ángeles.
¡Eso es!

Los demonios fueron llevados en carretas hacia su aldea y yo no dejaba de pensar en lo que debe estar sufriendo Saeng. Esas llamas negras son como un veneno para él, se irán extendiendo por su cuerpo hasta que lo consuma lentamente. No puedo llevar a Sungmin conmigo para que lo sane y es probable que él no sepa cómo hacerlo y tampoco puedo llamar a mi maestro porque no sé en qué parte del continente está.

Me tengo que apresurar para salvarlo.