Capítulo 2

49 11 9
                                    

Hyun Joong era el único demonio que solo quería ser novio del rey Saeng. Excepto él, los demás aspiraban a alcanzar la cima y cortarle la cabeza ya que, el antiguo rey, Park Jung Min, había declarado que todo aquel que lograra ese objetivo recibiría una cuantiosa recompensa, la manutención vitalicia a cargo del reino y la gloria eterna de su pueblo. Por eso no les interesaba el hecho de tener que pasar por una gran barrera y enfrentarse cada 15 pisos a un general, mientras que el rey aguardaba en el último piso, el 105. Sin embargo, debido a esos poderosos ángeles que acechan en el castillo y los generales de vigilan cada piso la gran mayoría de los demonios aventureros moría antes de llegar al rey.

Hyun Joong en cambio ha llegado a la cima trece veces.

Vio a Saeng apoyado en la pared mirando por una ventana, nuevamente aburrido, y Hyun Joong para animarlo lo sorprendió abrazándolo por la espalda. Los ojos del ángel se abrieron de golpe por el susto y más porque no sabía cómo reaccionar. Estaba paralizado. Nunca lo habían abrazado por detrás y sus alas se mantenían tranquilas, como si no les molestara el fuerte y abrasador abrazo. Frunció el ceño cuando salió de su desconcierto y se percató que el calor de aquellos brazos no era algo casual, tampoco que la habitación experimentara un aumento de temperatura y eso sumado a un ambiente sombrío que solo le provocaba escalofríos. Resopló.

—Tú otra vez, demonio tonto

Se dejó descubrir y Young Saeng al verlo tan guapo se sonrojó. —Buenos días, su majestad. Siendo sincero, hoy no quiero pelear. Sé que no voy a poder ganarle, así que me gustaría usar ese tiempo para estar a solas contigo, ¿se puede?

—Oye, ¿por qué no usas tus poderes conmigo?

Miró hacia otro lado, lleno de nervios— No quiero hacerle daño a quien amo

Young Saeng nuevamente se quedó trastornado. Hyun Joong era demasiado directo y sus confesiones siempre lo dejaban en blanco. Al no saber qué decir creó una barrera mágica de luz. Si él daba un paso más, la brillante luz le haría daño.

—Ni. Te. Acerques

—Ey, al menos déjame darte otro abrazo, Saeng

«Este rey… Siempre le he ganado y no me tiene ni un poco de miedo»

Suspiró. —Sé que tienes la fuerza para llegar una y otra vez hasta el último piso, pero ¿cómo llegas siempre tan rápido?

—Se debe a mi entrenamiento en fuerza, velocidad, magia y resistencia —Dijo emocionado

—No hablo de eso. ¿Te resultó tan fácil derrotarlos?

—Sigo siendo un rey demonio, no me menosprecies —Saeng le hizo una mueca de desconfianza. Hyun Joong pasó una mano por su cabello y sonrió— Bueno, en realidad… ¡Todos me dejaron pasar!

—¡¿Qué?! ¡¿Esos necios no están haciendo su trabajo?! —Se alteró

—¡No, no es así! Como ya saben lo que pasa una vez llegado hasta aquí, pues me dejan. ¡Ah! En una ocasión el general del piso 60 había comprado nuevas armas y tuvimos una batalla… ¿Cómo se llama? El serio y agradable…

Le recordó. —Yoochun

—¡Él! ¡Sí, él!

Serás mi reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora