—¿Lo entiendes, Saeng? Esto es lo que hay que hacer —Eran las palabras de su padre que el pequeño Young Saeng las recordará para siempre— Para conservar el honor de nuestro reino te convertirás en el señor de los ángeles cuando me retire. Pero antes tienes que ser el más fuerte y sabio entre todos.
A partir de ese momento, la vida de Young Saeng dio un giro total. Ya no salía a la ciudad, solo estudiaba con profesores y entrenaba con los mejores luchadores mientras su padre no estaba por cumplir con sus tareas. Todos los libros que leía llegaban a una sola idea: “Los demonios son malos”.
Desde su corta edad se convirtió en un niño algo malhumorado debido al estrés, la presión, las exigencias y la soledad. Sin embargo, tenía a un ángel a su lado que siempre se esforzaba por darle el afecto y el cariño que a él le faltaba.
—Papá siempre está ocupado. Lo odio —Dijo leyendo un libro de historia antes de ir a dormir
—Señorito, sabe que su padre tiene que ocuparse de cosas importantes
—Lo sé —Agarró el brazo de su doncel personal— Al menos te tengo a ti, Siwon —Sonrió ampliamente lleno de felicidad
Siwon se prometió a sí mismo siempre proteger esa sonrisa.
Y así pasaban los días con quien se convirtió en su único y mejor amigo.
—Siwon, ¿crees que los demonios de verdad son malos?
—¿Por qué la pregunta, pequeñín?
—Es lo que papá siempre dice. Nunca vi a uno porque tengo prohibido salir del castillo. Me intriga saber si los libros y papá dicen la verdad.
Pasó una mano por su barbilla. —Bueno, es verdad que nos atacan y nos consideran un botín. Escuché que hace poco capturaron a unos ángeles menores para venderlos como esclavos en una subasta.
—¡¿Qué?! —Gritó conmocionado— Qué horrible. ¡Merecen morir!
Siwon sonrió. —Es cierto que los demonios nos han causado mucho daño, pero… no creo que sean todos malos
—¿Eh? ¿Cómo puedes decir eso?
—En una aldea escondida en lo profundo del bosque existió una tribu de demonios que coexistía pacíficamente con los ángeles. Me recibieron cuando yo estaba muy herido y me trataron como si fuera de su familia. Y allí…—Sonrió de una manera sincera que lograba tranquilizar a Young Saeng— también encontré el amor. Desde que me vio por primera vez dijo que me casaría con él, ¿está loquito, eh?
—¡Hay algo mal en ese demonio! —Siwon rio mostrando sus hoyuelos— Entonces te enamoraste de un demonio que se comporta como un rarito.
—No es rarito, es especial —Lo corrigió
—¡¿Y qué pasó después?! ¿Fueron felices?
Su sonrisa se desvaneció. —No. Cuando me recuperé regresé a mi hogar y prometí volver tan pronto como pudiera. Pero cuando volví, la aldea había sido destruida; no quedaba nada ni nadie. Lo único que encontré fue una nota de despedida: “Siwon: lo siento, pero nos tenemos que ir”, eso decía.
—Qué pena —Hizo un puchero por la triste historia— ¿Alguna vez se volvieron a ver?
Negó con la cabeza. —Ni siquiera sé si está vivo
—¿No intentaste buscarlo?
—Pero, ¿por qué le interesa tanto esta historia, señorito?
—Me interesa porque no pensé que los demonios y los ángeles podía ser otra cosa que enemigos. ¿Por qué no hacemos eso? Sería posible, ¿o no? ¡Hacer las paces con los demonios! ¡No habría más heridos porque no existiría más la guerra y papá pasaría más tiempo en casa! —Se puso de pie en la cama con una gran sonrisa, lo que sin los dos dientes del frente— ¡Lo he decidido! Cuando me convierta en rey voy a solucionar el conflicto con los demonios
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Serás mi rey
FanfictionLa ambición los hace comportarse como humanos. Desde hace miles de años los ángeles y demonios luchan por conquistar más tierras. Ahora, tras el ascenso de los príncipes al trono la historia puede cambiar. ¿Qué podría pasar cuando un demonio enamora...