Capítulo 23

33 11 3
                                    

¡Saeng me está besando! ¿Esto es de verdad? ¿No estaré soñando? Solo quería molestarlo. Prácticamente no puedo corresponderle por los nervios.

—¡Ya! —Me agarró de los brazos para alejarme— A-ahora ve a trabajar

Dio la vuelta para echarse a correr

Y yo fui tras él

—¡Saeng! ¡Para!

—¡No!

—¿Por qué no quieres verme?

—¡Porque no!

Le lancé un hechizo que provocó que se detuviera. Me acerqué por fin y al ver su rostro solo pude sonreír. —Te ves hermoso

—No digas nada

Tomé sus mejillas calientes y las acaricié. —Mi rey —Dije con veneración

Pero me apartó y me habló duramente. —Deja de molestar. ¿No me prometiste algo grande? ¿Un mejor futuro para mi reino?

—Sí

—Entonces demuéstrame que no lo dices solo por hablar. Espero resultados de ti. Ahora hazme sentir orgulloso de ti

—¡Si, señor! —Y desaparecí

*YOUNG SAENG*
¡Ja! Sabía que ese beso lo motivaría. Pero mi mente se llenó de muchas ideas de repente, tanto que caí al suelo y me abracé a mis rodillas.

¿Era necesario? ¿Motivarlo fue una excusa?

Ese beso…

Por alguna razón, recordarlo me hizo sonreír.

¡No! ¡Yo no puedo sonreír!

Rompí la pared más cercana. —¡AHHH!

No es normal en mí que tenga la mente tan confundida. Estos sentimientos y pensamientos que llevo teniendo me ponen loco. Me frustran tanto. Me hacen querer… ¡destruir todo!

—Oye, ¿ese no es el rey de los ángeles?

Vi a dos demonios caminar por el pasillo. Uno parecía un espadachín y el otro un doctor. Dijo el de blanco: —Imposible, aún no estamos en el último piso. ¿No debería estar en su trono?

—Da igual —Dijo el espadachín sacando su espada—Bien, Sungmin, prepárate para la batalla. Recuerda recoger su cabeza para el duque y…

Creé una gigantesca bola de poder mágico encima de mi cabeza, me elevé del suelo y se las lancé. Poco me preocupó que el castillo casi se cayera a pedazos.

*HYUN JOONG*
Estoy seguro que ese beso no tenía una intención romántica. Pero está bien, me esforzaré por él. Llegué emocionado a los ángeles menores y les sonreí.

—¡Trabajemos duro hoy!

—¡Sí! ¡Te ayudaremos, Hyun!

—¿Hay lugares que quieras visitar? Seremos tus guías

—Estaba pensando en inspeccionar el territorio

—Déjalo en nuestras manos. Te llevaremos a lugares que nunca has visitado.

Las cosas que vi en mi caminata era justamente lo que estaba escrito en los registros que leí. No es que no confíe en esos registros, pero quería verlo por mí mismo y era exactamente como me lo había imaginado. Los asentamientos están repletos, las viviendas en mal estado y todos haciendo lo que pueden con lo poco que tienen. La comida y la producción de materiales se está acabando lentamente y los suministros nunca son suficientes.

Entrevisté a varios ángeles. —No creo que la comida sea un problema. Cuando los suministros escasean, comemos a los demonios que estén cerca. Por cierto, ¿y tus alas?

Sonreí con nerviosismo. —Ehhh… las perdí en la guerra

—Ohh, ¡abajo los demonios!

A veces dudo que los demonios y los ángeles puedan vivir con paz. Nuestras políticas se basan en la fuerza bruta. Las peleas en ocasiones ocurren como forma de resolver disputas y también para pasar el tiempo como mero entretenimiento.

Como los que vi pelear hace unos minutos. —¡Ey, ya dejen de pelear! ¿Qué ocurrió?

—¿Quién eres? ¿Y por qué deberíamos escucharte?

—¡Los dos pueden salir lastimados! ¿Quieren eso? —Grité con todas mis fuerzas y sentí que el poder mágico salía de mi voz. De pronto ambos ángeles se detuvieron y cada se fue por un lado— ¿Mi habilidad acaba de funcionar?

Aun hay muchas cosas que necesito entender. ¿Por qué existimos los encantadores de ángeles? ¿Qué tipo de rol jugamos en todo esto? Y lo más importante… ¿Podré utilizar mi poder para forjar la paz entre los dos reinos?

Desearía saber cómo utilizarlo. Le haré una visita a mi maestro cuando tenga un tiempo.

—¡Rey Hyun! —Un ángel menor me saca de mis pensamientos— Ya es muy tarde y usted no ha dejado de trabajar. Regresemos al castillo por ahora.

***

—¡Saeng! ¡He regresado! —Dije animado al entrar a su oficina— Terminé la inspección

—¿Ah, sí? Bien

Me incliné en su mesa y lo miré de cerca. —Escúchame bien, Saeng. ¡Dame una tropa! Conquistaré algunas tierras para ti

—¿Q-qué? —Se quedó anonadado

💚💚💚💚💚💚💚💚💚💚💚💚💚💚💚💚

Hola😊😊
Estoy en tiempo de exámenes y obviamente no podré actualizar con la misma regularidad que antes.

Serás mi reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora