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James odiaba los viernes, había más problemas de los habituales y detestaba tener que sacar a esos idiotas pervertidos. De por sí ya era desagradable ver como un montón de viejos miraban a esos chicos, y no es que no respetara la profesión de los bailarines, de hecho, los admiraba bastante, tener que ser amables y coquetos con todos esos hombres que podrían ser sus abuelos debía ser difícil. 

Roger (su jefe y dueño del club) era un idiota, el mismo había visto de primera mano las "entrevistas" que les hacía a todos los posibles bailarines, el tipo era tan desagradable como sus clientes, solo les echaba una mirada a los aspirantes y si notaba que eran jóvenes de 16 en adelante, bueno, eran contratados. 

 No era necesario decir que odiaba su trabajo, pero no tenía opción, lo hacía por dos razones. La primera obviamente era necesidad, pues era algo difícil que contrataran en cualquier cosa a un ex convicto y la segunda era por un favor, algo que debía desde la prisión a un idiota que lo salvo de ser asesinado en las duchas y por supuesto tuvo la mala suerte de que ese tipo trabajara con Roger anteriormente así que decidió recomendarlo, nunca tuvo la opción de rechazarlo. 

 Siempre prefirió los días en semana, el trabajo era más suave, y además había pocos viejos verdes por allí, el club se veía más como un bar para jóvenes que se divertían escuchando música y bromeando con los strippers. Claro que el ambiente entre semana también se prestaba para que los chicos se acercaran más a él, y oye, estaba halagado, su yo de 21 años estaría encantado, pero ahora era mayor, tenía 32 años y la mayoría de niños que se acercaban para coquetear con él tenían un promedio de entre 18 y 20 años. Ya había estado en la cárcel, por otras cuestiones, pero igual no quería volver. 

 Aunque había uno de ellos, no lo podía decir con certeza, pero parecía mayor que los demás. Era uno de los pocos que no se habían acercado, de todas formas, había sentido esa mirada plata varias veces sobre él. El chico era lindo, piel pálida, aunque generalmente cubierta con brillantina, rizos chocolates y sonrisa traviesa, entendía por qué era uno de los más pedidos para bailes privados en las salas vip. Digamos que tenía cierto favoritismo por el castaño, siempre estaba cerca de su lugar de trabajo para mantener las cosas bajo control, por eso, cuando aquel hijo de perra se atrevió a darle una bofetada, no dudo en correr en su ayuda. 

 Esa noche fue la primera vez que lo escucho hablar y quedo encantado con su tono de voz profundo, fue raro estar a solas con él y le hubiera gustado estar más tiempo, pero no podía, por desgracia, Roger había puesto los ojos en el ruloso hacía mucho tiempo. De hecho, el tipo que lo golpeo probablemente ya esté muerto, ya que en el momento en que lo saco del club, uno de los guardaespaldas de Roger se acercó al pobre desgraciado y tomando su brazo con firmeza, lo llevo por otra entrada hacia la oficina del jefe.   

Su turno terminaba a las seis de la mañana del sábado, siempre estaba ansioso por salir, lo único en lo que pensaba era su suave cama y un sándwich. Por supuesto, el universo lo odiaba, antes de salir fue llamado a la oficina del jefe. Solo había entrado una vez, cuando lo contrataron, pero el olor a rancio seguía presente en el aire.

— Hetfield, siéntate ¿quieres un trago? - el hombre al otro lado del escritorio hablo con su sonrisa egocéntrica, siempre sabiendo que tenía el control.

— Estoy bien así, gracias.

— De acuerdo. Entonces, vi que ayudaste a mi pequeño caramelo con el bastardo que lo golpeo ¿él está bien? 

— Sí, quiero decir, probablemente tenga un moretón en la mejilla, pero fuera de eso, está bien. 

— Me alivia escuchar que está bien, aunque lo del moretón me molesta bastante - sorbió su vaso de whisky, era un dramático de mierda -  Esto me lleva a pensar que mi chico necesita protección, es por eso que te llame, quiero que seas su guardaespaldas aquí en el club y fuera de el también. Ya hablé con él, así que empezarías justo ahora, está esperando afuera.

— Creí que solo trabajaría en el club, yo no...

— Lo sé, es un cambio repentino y tranquilo, obviamente tu paga aumentará considerando que vas a cuidarlo, pero no quiero más discusiones, él debe estar cansado así que llévalo a su casa, toma el Corvette - del escritorio saco unas llaves, parecía que no solo iba a ser guardaespaldas sino también chofer, excelente.

Con resignación, el rubio apretó los labios y tomo las llaves, se despidió con un asentimiento y salió al estacionamiento donde estaba el ojigris apoyado en un auto antiguo jugueteando con su celular. Seguramente escucho los pasos porque alzo la vista del aparato y pareció sorprendido al verlo .     

— Hey ¿Qué haces aquí?

— Parece que seré tu niñera.

— Ugh, le dije a Roger que no era necesario - suspiro exasperado - Lo siento, seguro tenías otras cosas que hacer.

— Si bueno, no interesa, solo sube al auto.

— Claro.

Y como en el callejón, no hubo más palabras. Jason indicaba con gestos que calles tomar mientras escuchaba música desde su celular, James no quería haber sido tan rudo al hablar, era solo que no estaba de humor, ahora tendría menos horas de sueño y no podría prepararse su sándwich.   

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James sólo quiere su sándwich :c

Bueno en fin, que les pareció el capítulo?

¿Qué piensan de Roger?

Intentaré publicar capítulo cada martes, voy inspirada 7u7

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City Boyz  ♾Jameson♾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora