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A los 25, James Hetfield había visto demasiado del mundo, y no exactamente la parte buena. Conocía cada rincón en el que se ocultaba todo lo que representa la inmundicia humana; a veces desearía haber escuchado a su madre, ella le advirtió de las malas compañías, pero nunca hizo caso y ahora aquí estaba, haciendo favores a tipos que no dudarían ni un segundo en acabar con la vida de un inocente solo para su beneficio.

Si su yo de dieciocho años hubiera seguido otro camino, probablemente ahora tendría una vida segura, no tendría que dormir con un ojo abierto, no tendría que salir a la calle vigilando sus espaladas, no tendría que hacer cosas ilegales para sobrevivir. En este punto de su vida no podía lamentarse, su oportunidad de salir de todo eso se había ido junto con su familia hacía mucho, solamente le quedaba aceptar su destino y esperar no morir para el siguiente día.

El trabajo había estado lento esos meses, desde que su jefe había acordado una tregua con la gente del lado oriente las cosas habían estado tranquilas. ¿Cuánto duraría la paz esta vez? No era seguro, la última vez solo fueron unos meses y todo se rompió porque un novato del otro bando se metió con la mujer de su patrón; había sido una estupidez, el niño no podía ser tan tonto, en serio, ¿el pobre idiota no había visto películas o algo?, era como la regla de oro entre criminales. Pero, en fin, el imbécil inicio una guerra entre pandillas que dejo a varios de sus conocidos muertos y una anarquía total en las calles hasta que los altos mandos decidieron detener todo y quedar a mano, claro que el chico por el que se hizo todo el escándalo no le fue muy bien, el mismo lo vio de primera mano y no quedo nada del pobre jovencito.

En su ámbito casi nunca había tranquilidad, así que cuando se presentaba un breve momento de ella, lo tomaba para relajarse; o eso pretendía hasta que fue llamado por el jefe.

Él y otros tipos tendrían que hacer una entrega en los muelles, era una mercancía importante para cerrar un trato con algunos proveedores. Tomo la información que le dieron y no hizo preguntas, nunca las hacía, entre menos supiera era mejor.

Desde Joven se le dieron bien las armas, su padre lo llevo a cazar desde que tenía ocho años así que sostener un rifle no fue algo nuevo en cuanto entro a esta vida y fue por ello que en cada trabajo iba de copiloto en caso de que los emboscaran, esta vez no fue diferente, el camino hacia el punto de entrega estuvo calmado, no parecía haber problema; pero estaba equivocado, en cuanto el camión se detuvo las balas volaron por todos lados. Luego hubo silencio, él estaba vivo y de hecho parecía el único consiente, bajo de la cabina y fue a asegurarse que la mercancía estuviera intacta, todo el mundo podría estar muerto, no obstante, allí lo importante era que el producto estuviera intacto.

Fue en ese momento en que todo se fue al demonio, en cuanto abrió el remolque lo único que vio fueron chicas, todas agazapadas en un rincón, sucias, maltratadas y asustadas. Su corazón se encogió y lo siguiente que supo es que estaba siendo esposado, todo paso muy rápido, al parecer quienes les habían disparado eran agentes federales que habían estado siguiéndolos desde hacía bastante tiempo.

Las chicas del remolque fueron noticia nacional, hubo prensa, abogados y jueces, todo para que al final terminara tras las rejas. Lo único bueno es que todas ellas al final lograron regresar a casa, claro que esas expresiones de terror nunca se borrarían de su memoria.

Antes de entrar a prisión recibió la visita de su jefe, lo felicito por no abrir la boca y al mismo tiempo lo amenazó de muerte por si cambiaba de opinión y decidía hablar, desde allí, nunca volvió saber del tipo.

Su tiempo adentro fue una prueba de supervivencia, aunque tenía a gente de su grupo que le cuidaba las espaldas, no siempre podían estar a su lado así que mirar sobre su hombro se volvió un hábito, así se desarrollaron las cosas al menos los primeros años hasta que un hijo de perra intento violarlo; hasta ese momento había sido un recluso modelo, pero nunca se jode con un león enjaulado, golpeo el tipo hasta casi matarlo, la única razón para detenerse es que sabía que asesinar a alguien le daría más años dentro y no quería eso. Estuvo en aislamiento por todo un mes y cuando volvió a salir a las áreas comunes todo el mundo simplemente se quitó de su camino.

Estuvo solo la mayor parte de su estancia hasta que ocurrió el incidente en las duchas con el tipo que intento matarlo, este otro hombre lo "rescato" y desde ese momento hasta su salida había quedado con una deuda que lo termino llevando a trabajar en ese pomposo club llamado City Boyz.

Recordando todo eso, debió escuchar a su madre antes de perderla a ella y su oportunidad de una vida normal.   

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Entonces ahí tienen un poco de la vida de James.

Este capítulo es más un relleno pero todo lo dicho aquí será importante.

                  Ayer no publique porque estaba terminando un curso virtual uwu

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City Boyz  ♾Jameson♾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora