City Boyz ♾Jameson♾

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Jason nunca había trabajado fuera del club y la verdad la idea de volver a esa vida no era muy atractiva, entonces toda la experiencia de un trabajo en el que no andaba semi desnudo fue bastante nueva, le gustó, ganar un poco de dinero por ayudar a alguien realmente fue satisfactorio. El servicio al cliente podía ser una de las labores más agotadoras, claro que Jason parecía demostrar lo contrario, sus nuevos compañeros e incluso su supervisor no sabían cómo es que estaba tan lleno de paciencia y amabilidad, cada cliente que llegaba con un problema y era atendido por Jason, era seguro que saliera sin ningún inconveniente e incluso con una sonrisa.

Fue fácil empatizar con el cliente, a Jason siempre le gustó que las personas estuvieran bien así que eso obviamente ayudo.

Las primeras veces que recibió una felicitación de su jefe o algún superior, no cabía de la dicha y tan pronto salía del trabajo, corría al pequeño piso que compartía con el rubio y le contaba todo con una gran sonrisa en el rostro. James amaba escucharlo, lo haría por horas si esa sonrisa permanecía en el bonito semblante del rizado. Cuando Jason terminaba de relatar su día, se disponían a descansar un poco, siempre acurrucados uno contra otro, compartían besos y abrazos, pero nada más, lo habían intentado; sin embargo, el castaño no estaba listo. Aún había recuerdos malos que no le permitían ser el mismo del todo y aunque Hetfield lo entendía, Jason lo detestaba, quería ser normal acerca del sexo de nuevo, no obstante, era complicado.

Estaba trabajando en ello, iba a terapia cada jueves y hablar de lo que le sucedió con alguien más lo estaba sacando del pozo en el que se estaba hundiendo, también lo ayudo a darse cuenta de muchas cosas que ignoraba sobre sí mismo, cada sesión salía aprendiendo algo nuevo sobre su persona y eso parecía aligerar la carga que no sabía que llevaba sobre sus hombros. Había recuperado el contacto con su hermana, hablaban casi a diario y ella parecía tan feliz cada vez que se comunicaban, nunca había estado tan contento.

James era diferente, más relajado, más suelto a su alrededor, menos rígido e incluso bastante divertido. Aprendieron cosas de ambos de las que no tenían idea, nunca habían tenido tanto tiempo o libertad para conversar como se debía así que ahora aprovechaban cada momento. Era increíble la cantidad de cosas que no sabían el uno del otro, incluso una vez se dieron cuenta de que no conocían sus respectivas fechas de cumpleaños lo cual sacó una carcajada histérica de ambos pues creían que era ridículo.

Antes de conseguir el lugar en el que vivían ahora, estuvieron por un tiempo en un hotel. Trabajaron por horas intentando conseguir un ahorro decente para un lugar apropiado, pero no demasiado costoso, al final lograron conseguir a muy buen precio un apartamento pequeño que se acomodaba cada vez más a ellos. James también consiguió un empleo fijo, después de una larga charla con su agente de la condicional y una verificación de que no había roto su acuerdo, fue contratado en un taller mecánico no muy lejos del edificio en el que vivían; al parecer el rubio tenía experiencia arreglando autos así que le iba muy bien.  

Te amo, se volvió algo completamente natural en cualquier conversación, siempre que esas dos palabras salían de los labios del rubio, Jason sentía como su corazón comenzaba a correr, esas dos palabras le ponían una sonrisa estúpida en el rostro por el resto del día. James no era mucho mejor, actuaba como un completo tonto luego de escuchar las palabras, se tropezaba al hablar y reía nerviosamente mientras el rojo se apoderaba de sus mejillas, era lindo. Sin embargo, que se comportara tímidamente, no significaba que no fuera un seductor nato, había veces que, con solo un par de halagos y palabras sucias susurradas al oído, ponía a temblar de deseo al de ojos plata. Hetfield sabía lo que hacía, y le encantaba.

Esos tres primeros meses su vida fue una locura, sin embargo, las cosas estaban tomando su lugar ahora y todo era realmente agradable. Los fines de semana eran los favoritos de ambos, esta vez Jason tenía planes.