Lily Anderson.
— ¿Qué estaba pasando ahí dentro? —me preguntó Luke una vez que estuvimos lo suficientemente lejos de la cocina.
—Te quiero, Luke, pero en este momento me caes mal.
Abby me iba a besar.
Dios, ella realmente me iba a besar.
No la comprendía. Me había colgado, había estado ignorándome y actuando extraña conmigo, y luego cuando me veía intentaba besarme.
Quería preguntarle y decirle un millón de cosas.
¿Ahora qué? ¿Seguiría ignorándome? ¿Actuaría como si nada?
Me confundía.
—Te salvé, Lily.
— ¡Me iba a besar! —chillé, y no me preocupé porque la música no dejaba que nadie más nos escuchara—. Además, ¿tú no estabas con Melissa? ¿Y cómo es eso de que la conoces?
— ¿Qué tiene que la conozca?
—Ella... olvídalo —Negué con la cabeza.
Miré detrás de mí, esperando, no sé, que tal vez ella viniese a buscarme. Pero conociéndola, estaba segura de que estaba muriendo de nervios en la misma posición en la que la había dejado. Y quería ir, saber si estaba bien, pero Luke me arrastró con él al patio de la casa.
Sentí el aire fresco de la noche al salir y fue satisfactorio comparado con el calor que hacía dentro de la casa debido a la marea de personas que había allí.
—Deberías alejarte de ella —sugirió Luke mientras caminábamos.
—No haré eso.
—Saldrás herida, Lily.
—Al menos me habré arriesgado.
Él rodó los ojos y siguió caminando tomado de mi mano, pero una vez que llegamos a donde estaban el supuesto grupo de amigos que se había encontrado, la soltó.
Eran solo algunos compañeros de clase. Matthew, Marco, Perla y Ellie.
Los primeros eran hermanos gemelos, Perla fue una chica que salvamos de una humillación y recuerdo como Marco preguntó si nos la podíamos quedar, como si fuese un perrito. Y la última, bueno, preferiría no haberla visto.
Puede que una vez nos saltáramos una clase los seis, y puede que hayamos jugado verdad o reto, y puede que me hubiesen retado a besar a Ellie.
Bueno, eso pasó.
Besé a Ellie y a Matthew, para ser exactos, pero la primera fue muy molesta luego de ese beso. Estuvo coqueteándome por mucho tiempo, tanto, que me cansé de ella. Pero no podía culparla, porque puede que la hubiese besado otras veces después de eso...
ESTÁS LEYENDO
¿Qué escribes? |LGBT|
Teen Fiction"Siempre la veía desde mi ventana, ella siempre estaba escribiendo en su laptop. Parecía olvidar cualquier cosa a su alrededor, no había vez que no luciera muy metida en ello. Tal vez eso era lo que me hacía mirarla tanto."