Lily Anderson
Era una suerte que me hubiera caído encima de la izquierda, porque entonces no podría estar pintando los dibujitos que Abby había hecho. Dijo que los había calqueado, pero lucía muy emocionada cuando me los mostró y me pidió que los pintáramos.
Aparte, ella tenía un montón de crayones y marcadores, así sí provocaba pintar.
Estábamos en la colina de la autopista. Justo ahí donde tomamos la foto que desencadenó todo. Me daba risa recordarlo pero sí sufrí esos días.
— ¿Entonces ahora eres amiguísima de Marco? —pregunté cuando acabó de contarme lo que podía decir. Dijo que no quería traicionar la confianza de su primer amigo.
—Sip —Asintió con la cabeza animadamente, coloreando su dibujo—. Pensé que era serio, es lo que parece, pero es genial —dijo, pero de pronto dejó de colorear y frunció el ceño—. ¡Y dijo que Toribio no tenía cara de Toribio!
Si algo le molestaba a Abby, era que cuestionaran el nombre de nuestro bebé.
— ¿Tú que le dijiste?
—Que él no sabía de gatos —Se encogió de hombros—. Me agradó bastante.
— ¿Más o menos que Adam?
Todos vimos como miraba a Abby. Yo vi como miraba a Abby. Pero ella era lo suficientemente inocente como para no darse cuenta.
—Adam me agradó, pero no lo suficiente para ser mi amigo —Volvió a tomar los colores—. Me mandó la solicitud en Facebook. Se la acepté solo porque soy buena persona.
Sonreí.
—Que bondadosa, amor —Me reí. Ella se sonrojó.
—Igual seguro ni me habla —Se encogió de hombros otra vez—. En fin, ¿cómo está Luke?
¿Estaba preguntándome por Luke? ¿Abby?
Al parecer si empezaron a llevarse bien.
—Bien, supongo —murmuré—. No hemos hablado mucho.
El día de la feria cuando terminamos de comer las salchichas, lo aparté del resto porque supuse que querría hablar luego de lo que había pasado con Marco, pero aseguró estar bien aunque así no era como lucía. Traté de insistir, pero me cortó con un «no te preocupes» y volvió con los demás.
Claro que algo no andaba bien, así no era él. Pero por alguna razón, no sabía cómo acercarme y preguntárselo. Siempre la que necesitaba un consejo o algo por el estilo, era yo. Nunca había sido él. No sabía qué hacer y eso me estaba irritando y abrumando. Me parecía injusto que él siempre estuviese ahí y que yo no supiera ni cómo preguntarle que le sucedía.
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¿Qué escribes? |LGBT|
Novela Juvenil"Siempre la veía desde mi ventana, ella siempre estaba escribiendo en su laptop. Parecía olvidar cualquier cosa a su alrededor, no había vez que no luciera muy metida en ello. Tal vez eso era lo que me hacía mirarla tanto."