"Siempre la veía desde mi ventana, ella siempre estaba escribiendo en su laptop. Parecía olvidar cualquier cosa a su alrededor, no había vez que no luciera muy metida en ello. Tal vez eso era lo que me hacía mirarla tanto."
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Luke Graves.
Tras terminar de hablar con Lily, partí a la casa de Marco, que quedaba a unos minutos del conjunto de edificios donde yo vivía.
Pensé mucho en el camino.
En cosas como que había visto a la chica que me gustaba a punto de besarse con otra persona.
Y en cosas como que la chica que me gustaba era ahora también mi hermanastra.
Y en lo raro que era todo eso.
El día de la fiesta tuve que fingir que no me dolió porque no quería arruinarlo ni para Lily ni para mí. Y en parte estaba bien con haber interrumpido. No porque no haya querido que Lily se besase con alguien más, que tampoco es que quisiese pero no era mi asunto, sino que sentía que Abby no estaba clara acerca de sus sentimientos y podría herir a Lily.
Y yo sabía cómo se sentía un corazón roto. No quería que mi mejor amiga pasase por lo mismo aun cuando fue ella quien rompió el mío.
Sí, Abby parecía ser alguien genial, pero, de nuevo, no quería ver a Lily sufrir. Y si podía ahorrárselo, pues mejor.
Tampoco sabía si estaba listo para ver a Lily con alguien más.
Porque aunque intentaba actuar normal a su lado y fingir que no me dolía, si lo hacía. A veces incluso más que antes. Pero no podía apartarme de ella. Antes que todo era su amigo, y si ella me necesitaba yo iba a estar ahí.
Y con respecto a nuestros padres saliendo, estaba feliz por ellos. Sé que le dije a Lily que me parecía cool que fuésemos hermanastros, pero en realidad me parecía extraño siendo que seguía enamorado de ella.
Aunque había entrado a la aplicación esa donde Abby escribía, y me leí algunos libros. Había algunos extraños sobre hermanastros enamorándose y luego siendo novios.
No es como si eso fuese a pasarnos a Lily y a mí, claro.
También leí libros de Abby, era buena en eso. Y descubrí que leer es entretenido, así que empecé a hacerlo de vez en cuando. En wattpad había libros muy buenos así como otros muy... raros, por no decir malos.
La mayoría eran románticos. Y no iba a mentir, yo si esperaba y me gustaría vivir algo como lo de esos libros. Me encantaría que alguien sintiera «mariposas en el estómago» al verme, que sintiese que le faltase la respiración y todas esas cosas bonitas que describían en los libros.
Tenía fe de que un día me pasaría, aunque no fuese con Lily.
No me podía poner a llorar a mitad de la calle.
Traté de pensar en otras cosas que no tuvieran que ver con Lily el resto del camino.
Cuando llegué a casa de Marco, quien me abrió fue Matthew.
