Capítulo 5

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A la mañana siguiente me encontré con los chicos en el instituto, por supuesto me sentía incómoda ante su mirada, más con la de María puesta en mí.

Los saludé con una sonrisa y después fui a mi casillero, Ax me alcanzó segundos después, me sorprendió porque pensé que cuando estaba con María tenía prohibido hablarme o si quiera verme.

—Esta noche hay una cena en mi casa, mamá quiere que vengas, ¿Podrías concederme el honor de venir conmigo siendo mi acompañante?—me tendió su mano haciendo una pequeña reverencia.

Sonreí suspirando, mientras asentí con la cabeza.

—Será todo un placer, caballero de brillante armadura.—acepté su mano haciendo una pequeña reverencia, después de ese momento se puso normal recostandose en el casillero de al lado—¿No saben que tienes novia?—pregunté cerrando mi casillero.

Él se rasca la cabeza y niega, creo que alguien no ha hablado todavía con su familia.

—Aún no es nada serio.—murmura—Además, mi madre quiere verte, sabes que te prefiere a ti.

Asentí cerrando el casillero mientras busco mis gafas para ponerlas en mi cabeza.

—Tu mamá realmente no me conoce, sino ya estaría betada de tu vida.

Ambos reímos.

—Entonces esta noche pasaré por ti.—me dice a modo de despedida y avanzamos al salón juntos, nos separamos por algo en específico.

La mirada que nos lanza María no es nada buena, por eso mi amigo se sentó a su lado dándole una encantadora sonrisa que la hizo ponerse de colores cuando él le susurro algo al oído.

Me senté en la mesa de siempre con Fred a mi lado, ya van varios días que se sienta junto a mí y no es que me moleste solo que es algo raro.

—¿Quieres salir conmigo hoy?—pregunta.

Negué avergonzada, dos veces que me invita a salir y dos veces que lo estoy rechazando.

—Lo siento, tengo cosas que hacer después de la escuela y en la noche tengo un compromiso.

—Creo que no quieres salir conmigo, ¿me equivoco?

—No lo tomes a mal, solo que...—sentí una mirada quemar mi nuca, miro de reojo a Ax, quien de nuevo tiene su mirada fija en mí.—Tengo asuntos, pero ¿qué te parece salir el sábado por la mañana?

—Me parece bien.

Asiento continúa hablándome sobre su equipo de fútbol y demás cosas, mientras él habla sobre lo que le apasiona pienso en qué cada vez que alguien me invita a salir o Fred lo hace Ax está mirándonos, demasiado, como si quisiese decirme algo pero jamás lo hace.

Al salir de las clases salgo corriendo hasta la tienda de mamá, realmente no tenía nada que hacer ahí pero necesito un vestido para esta noche, mamá los hace así que yo elegiría uno, no creo que se moleste por no pagarlo.

Le conté a Alisa mis planes con Ax, entonces me recomendó empezar por algunos largos, pero ninguno me gustó hasta que me sugirió ir a los cortos que podrían gustarme.

Hasta que vi uno que me dejó con la boca abierta.

Es corto sin tirantes de tela esponjada de color morado, lleva un cinturón en la cintura que me haría ver forma y es absolutamente precioso, me lo probé para ver si podía quedarme y cuando lo hice era como un guante, me queda perfecto.

Media hora después salí con el vestido en una bolsa hasta el departamento para comenzar con mi rutina de belleza. Cuando subía en el ascensor vi que mi teléfono tiene una notificación así que abrí el mensaje.

Tonto Axi: Hey, tengo que cancelar lo de esta noche, tengo cosas importantes que hacer.

Trague grueso, no le respondí y solo lo dejé en visto, me siento una tonta por andar buscando un vestido bonito y perfecto para lucirlo esta noche cuando salgamos juntos pero fue por nada.

En mi habitación puse el vestido en el armario, no me moleste en sacarlo de la funda sino que lo deje a un lado.

Mi vista se nubló un poco por las lágrimas, lo odio.

No voy a llorar, no tendría que hacerlo pero el enorme nudo en mi garganta no dice lo mismo.

Me repito una y otra vez que él no vale la pena, jamás lo valdría tanto como para llorar por él.

Horas después, veía fotos de los dos, María y Ax, él luciendo un traje azul marino con corbata roja y ella un vestido negro, sonriendo muy felices.

Esta vez no me pude contener, derrame un par de lagrimas y dejé el teléfono cargando mientras bajaba las escaleras hasta la sala, mamá llegó minutos después con pizza y helado, es como si hubiese sabido que estaba triste, necesito pasar esta pena ahogada en comida y no en otra cosa.

No me resistí a llorar cuando mi mamá me abrazo, ni tampoco evite pensar en cosas negativas para sacarlo de dentro.

Era como si todo estuviera cayendo encima de mí y seguía sin entender porqué me sentía tan mal, porque si lo veía con alguien más mi pecho dolía y me enojada porque quería ser yo la que estuviese con él.

Y es una pendejada pensar que según día él y yo podríamos estar juntos.

Mamá se quedó conmigo, hasta que en medio de la noche me desperté sola en el sofá, supongo que ella quiso descansar mejor e ir a su habitación, apague el tv y subí a mi habitación para darme una ducha.

No volví a prender el teléfono, no quería verlos porque fotos habrá muchas, mejor dormí.

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Un capítulo corto, pero necesario para lo que viene más adelante.

Ness xx.

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