Extra

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>>Un final distinto, el final que todxs esperábamos.

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El aire comienza a faltar en mis pulmones, mi corazón se quiere salir y mis de mis ojos solo brotan lágrimas, jamás pensé que su rechazo iba a doler así, si tan solo...

Es demasiado tarde.

—Lo siento.—susurré mirando sus ojos—Yo no quería, yo...

—Tantos años ocultando aquello, ¿por qué lo haces ahora? Mi nena.—se acerca a mí tomándome por la cintura y alzando mi rostro para acariciar mi mejilla derecha, secando las lágrimas-Te amo, y no creo que te hayas dado cuenta que me traes loco, mi nena.

Sus palabras me dejan sin habla, ¿de verdad siente lo mismo por mí? Abro mis labios tratando de respirar, su perfume y cercanía me esta volviendo loca.

—Tú...—murmuro—Tú dijiste que me amas, que yo...—puros balbuceos es lo único que consigo decir.

Ax alza mi rostro de nuevo, esta vez no se contiene y me besa, sus labios presionan a los míos, sus manos me apretan más a su cuerpo y creo que estoy soñando por un momento, su lengua se abre paso entre mis labios para entrar a mi boca y saboreo el sabor de sus labios poniendo mis manos en su cuello para no alejarlo sino que besarlo con más fuerza. Me viene a la mente nuestro primer beso en la piscina botánica, es aún más maravilloso de lo que había probado, no siento que estuviéramos haciendo algo malo, ¿será porque no tiene novia? ¿Por qué lo amo y él a mí de la misma manera? ¿por qué después de esto ya no habrá una amistad? Porque esta noche será diferente, será nuestra noche y nadie lo va a arruinar. Cuando el aire comienza a faltar me separo unos milímetros de él mirando sus ojos, él sonríe, sus ojos se achican por la gran sonrisa en sus labios rosados. Vuelvo a besarlo esta vez muerdo su labio inferior un poco, su lengua y la mía juegan, siento sus manos en mis caderas, nos separamos.

—Vamonos de aquí.—pidió él acariciando mi espalda.

—¿A dónde?—pregunté.

—Mi casa, mi habitación, donde me di cuenta de lo loco que me tienes.—dice dándome un casto beso, muerde mi labio inferior y lo suelta dándome un pequeño beso ahí.

Asentí sin dejar de sonreír para subir a su auto, jamás me había sentido tan nerviosa como ahora, una de sus manos va a mi pierna brindando pequeñas caricias que me estremecen, el viaje se me hizo eterno hasta que finalmente llegamos a su casa, subimos a su habitación entre risas.

Me quité el abrigo dejándolo junto a mi bolsa encima de su escritorio, ha pasado mucho tiempo desde que vine, se siente un poco raro, camino hasta el balcón mirando el mar.

Siento sus pasos, no lo miro, siento sus manos rodearme desde la espalda, deja un beso en mi hombro izquierdo y sube por mi cuello hasta mi oreja.

—¿Dónde están tus papás y tu hermana?—pregunté en un susurro.

—No los pienses, llegarán mañana al mediodía.—dice en mi oído.

Sonrío cerrando los ojos, sintiendo sus caricias en mis hombros, sus manos están acariciando mi vientre y mis caderas.

Si tan solo pudiera detener el tiempo ahora, si tan solo pudiera quedarme aquí entre sus brazos para siempre. Dios. Sería perfecto.

SHE✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora