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Capítulo 21

—Tienes que venir a la fiesta de cumpleaños de Ed este fin de semana.—me dice Marina.

—Por supuesto, jamás me perdería la fiesta de mi amigo el rubio, ¿puedo invitar a Lucas?—pregunté.

Tenía varios días hablando con él y hemos estado llevándonos de maravilla, algunas veces salíamos a comer y creo que es encantador.

-Sí, esa vez me agrado, así que seguramente le caerá bien a Ed también.

Asentí mientras entrábamos a clases, el fin de semana pasado había sido una locura, para empezar habían organizado una fiesta llena de modelos y representantes de las agencias, dijeron que podrían darme trabajo después de terminar el instituto y podría mudarme a New York, allí podía empezar a estudiar y trabajar a la vez. Me pareció una buena idea, me gusta New York y mudarme allí sería un sueño hecho realidad. Antes de eso había recibido un mensaje de Lucas en Instagram, resulta ser muy gracioso, también hablador y después de unos mensajes más nos pasamos números para hablar y llamarnos. Algunas veces quedamos de acuerdo para salir, me la paso de maravilla estando junto a él y como él estaba de vacaciones algunas veces me ayudaba hacer tarea.

Por otro lado, las cosas con él están demasiado tensas y es incómodo verlo, desde ese día en la cafetería no habíamos hablado y yo lo ignoro, sé que la está pasando mal, yo también, pero no haría nada para solucionarlo. Me duele mucho, pero no seguiré estando triste por algo que ni es mi culpa.

Hoy después del instituto Lucas vendría por mí para ir por un helado, no traje mi auto por lo obvio.

—¿Saldrás con Lucas?—pregunta Marina.

Era hora de almorzar así que aquí estamos los tres sentados en una mesa comiendo.

—Sí, por un helado en la tarde, ¿Pasa algo?

—¿Quién es Lucas?—pregunta Ed.

—Un amigo de Levana, lo conocimos en el centro comercial hace algunas semanas, amor.

Asentí.

—¿Y Ax sabe de él?—rodé los ojos ante las palabras de Ed.

—Él no debe aprobar a los chicos con los que salgo.—murmure.

—Lo siento, tarde o temprano esto pasaría.

Lo miré sin entender y después miré a Marina.

—Le dijiste, ¿verdad?—me cruze de brazos.

—Es mi novio, no le puedo ocultar nada.—dice avergonzada.

Negué con la cabeza mientras daba masajes en mi cabeza, que estrés.

—Esta bien.—suspire después de unos segundos—Ni una palabra a él, ¿entiendes, Ed? Si abre las boca estarás muerto.

—Lo sé, no diré nada, pero creo que él también siente lo mismo.

—No digas tonterías.—me burlo.

Él jamás sentiría algo por mi, son patrañas e imaginaciones de mi amigo el rubio.

—Hazme caso, los dos la están pasando mal, todo el mundo lo puede ver.

—Por supuesto, es mi mejor amigo, Ed. Hemos sido como hermanos y por eso no hay nada más allá.

—¿Qué fue lo que en realidad pasó?—cuestiona extrañado, me quedo callada—Estos días ni siquiera habla conmigo, quiero saber por ti si no es por él.

Suspire antes de comenzar a resumir absolutamente todo lo que ha pasado entre los dos, bueno, al menos lo que se puede contar.

—Él rompió una promesa, cuando le pedí una explicación no me la dio, discutimos en mi casa terminando de hacer el proyecto.—jugue con mis manos avergonzada—. No se defendió como lo hace normalmente, Ed. Estoy molesta y resentida con él.