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Capítulo 28

El día está próximo y estoy nerviosa, tan nerviosa que ya no sé si podré hacerlo, por el momento trato de estar tranquila y ahora estoy junto a Marina buscando mi vestido para la graduación.

Llegamos al local de mamá, Marina se ha vuelto loca con tantos vestidos frente a ella, menos mal ella ya tiene su vestido sino no sabría por cual decidirse. Yo sé lo que quiero y espero encontrarlo, quiero algo lindo y sexy.

—¿Crees que mi vestido le gusta a Ed?—pregunta mirando varios más, buscando uno para mí mientras yo hago lo mismo.

—Le gustas a Ed hasta con un saco de papas puesto, Marina, no debes preocuparte por eso.—le sonreí.

Seguimos buscando unos segundos más, realmente no encuentro nada que me llame la atención, algo que me da frustración, hasta que llega Nathalia una dependienta que atiende en esta tienda, se une a la búsqueda hasta que encuentra un vestido de color negro.

—¿Te lo pruebas? Estoy segura que te quedará de maravilla.—dice ella extendiendo el vestido.

Suspiro un poco, no siento que fuera conmigo, pero es lindo, es ajustado a mi cuerpo con espalda abierta y un abierto en la pierna, me gusta como se ve pero no sé si es el correcto para la fiesta. Me miro al espejo antes de salir para verme en otro espejo y mostrárselo a las chicas.

—¿Me queda bien?—pregunté de espaldas a ellas.

—Por supuesto.—dice Nath.

—Sí, Lev.—dice Marina.—Debes llevártelo, es demasiado hermoso y es a tu medida.

Me veo unos segundos más y asiento, me voy arrepentir si no me lo llevo así que voy a quitármelo para llevarme el vestido a casa.

Salí del vestidor con mi ropa normal, le dije a mamá que me llevaría un vestido y ella asintió, después de eso Marina y yo fuimos a mi casa, subí a mi habitación mientras ella responde una llamada dejando mi nueva prenda en mi armario y baje de nuevo para pedir comida.

—¿Quieres pizza?—le pregunté agarrando el teléfono.

—Sí.—responde sentándose en el sofá.

Pedí pizza y me senté junto a ella para prender la tv y ver algo en lo que esperábamos, pero tan pronto como le prestaba atención a la película el timbre sonaba, mire a Marina extrañada y tuve que levantarme a abrir la puerta.

Aquí esta él, luciendo mal y puedo decir que triste.

—¿Qué haces aquí?—pregunté.

—¿Puedo pasar? Necesito hablar contigo.—hasta su voz suena diferente.

Me hago a un lado para que él pueda entrar.

—Marina esta aquí.—dije detrás de él—Espero que no te importe.

Ax negó con la cabeza y subió las escaleras hasta mi habitación, Marina se puso de pie yendo hasta donde yo estaba, me dijo que se iría y se fue, me sentí mal porque quiera estar con ella pero debía irse realmente supongo que habrá surgido alguna emergencia.

Subí hasta mi habitación viendo como Ax esta acostado en mi cama boca arriba mirando al techo, me acoste a su lado.

—Hola.—susurro.

—¿Es cierto que iras con Marina al baile?—me pregunta sin rodeos.

—Sí, hoy fui por mi vestido.

—¿Por qué?

No entiendo su pregunta, suena dolido, como sublo estuviera traicionando.

—Porque tu iras con tu novia y Lucas no podrá ser mi cita porque ya se ha ido a New York.—respondí con el ceño fruncido sentándome en la cama.

—Pero...—se sentó también.

—No dejaras a tu novia por ir conmigo, ¿no es así?—Ax no responde—Eso creía.—mordí mi labio inferior.

—Lo siento, mi nena.—susurra—Siento hacerte esto.

—No te preocupes, no pasa nada, esta bien.

Tome un profundo suspiro jugando con mis manos en mi regazo mientras siento tu mirada en mí, no puedo mirarlo, aunque mal no estaría para grabarme su rostro.

—¿Cómo has estado?—me pregunta después de unos segundos.

<<No preguntes porque he estado mal, muriendo de los nervios y de la incertidumbre pero pronto va a pasar.>>

—Bien.—respondí—He tenido trabajo estos días, he estado ocupada también, ¿y tú?

—Genial, María tiene tiempo para mí y no he tenido tiempo para hablar. Hoy ella se fue con sus padres a visitar a sus abuelos, y aproveche para venir hablar contigo.

<<Me hubiera dolido menos que me dijeras que solo me quieres como una amiga, tonto.>> Aún así me siento plato de segunda mesa, cuando su novia no estaba o están peleados solo ahí es cuando recuerda que existo.

—La amas, ¿no es así?—pregunté con un nudo en la garganta.

—Sí, es demasiado importante para mí.

—Me alegro que tengas a alguien quien te ame y sea recíproco.—le di una pequeña sonrisa triste—Ella te hace muy feliz.

Ax asiente con la cabeza.

—Sí, pero no tanto como tú, mi nena.

—Claro.—dije mirando a otro lado.

El timbre volvió a sonar segundos después, así que baje con él detrás de mí para pagar por la pizza e invitarlo a comer juntos.

Nos sentamos en la barra de desayuno con la pizza frente a nosotros, estamos los dos comiendo solos y dándonos miradas de vez en cuando, no quiero pensar en que así como esta comiendo conmigo también come con ella, no quiero imaginarme las cosas que hacen cuando nadie los mira, no deseo torturarme con esas imágenes en la cabeza así que me mantengo en silencio.

—¿Dónde irás después de la graduación?—me pregunta en medio de tanto silencio—¿Seguirás estudiando?

Sonrío un poco.

—Sí, aún no estoy segura de lo que haré pero seguiré.—miento con todos mis dientes.—¿Vas a estudiar derecho?—le pregunto yo.

—Mi padre ya tiene todo listo para eso, y sí, me gusta lo que él hace y también hacerlo feliz con mi decisión de seguir sus pasos.

Asiento sonriendo y le doy un mordisco a la porción de pizza en mi mano.

—Estoy segura que serás un excelente abogado.

Ax se despide de mi una hora después, promete que me verá en el baile de graduación y solo soy capaz de asentir.

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Nota

En multimedia el vestido que utiliza Levana en la fiesta de graduación.

Ness xx.