Capítulo 1

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Zorra.

Se acuesta con todo el mundo.

Es una bomba sexual.

Orgullosa.

Terca.

Necia.

Puta.

Fiestera.

Scort.

Sexy.

Zorra.

¿Adivinan el nombre de la obra?

Mi nombre es Levana Monroe, hija del empresario más famoso de L.A., dueño de una cadena de hoteles "M&L".

Mi madre, dueña de una prestigiosa tienda de ropa y diseñadora de vestidos de novia.

¿La familia perfecta? A simple vista, de la puerta para el mundo, ante la sociedad somos la familia perfecta. Pero nadie sabe qué sucede detrás de la puerta, ni cuántos platos se rompen cuando llega la noche.

Mi padre es un hombre infiel, en pocas palabras, se acuesta con todo lo que se mueve. Mi madre, una alcohólica con depresión, la última vez que la vi sobria fue en navidad cuando tenía diez años, jamás volví a verla normal desde ese día, aunque aún no entiendo como puede mantener su empresa.

Y en medio de todo eso, de todos los gritos y peleas, estoy yo.

Hundida en sus problemas, hundida en las fiestas tratando de sobrevivir para ser alguien. Haciendo lo que quiera, cuando quiera y como quiera.

Dicen por ahí que mi vida ha sido demasiado perfecta, que tengo la vida arreglada por ser la heredera ya que no tengo hermanos, que me estoy pudriendo en dinero cuando lo único que he tenido ha sido problemas de ansiedad, alcohol y mis pulmones van de mal en peor por el cigarrillo. Todos piensan que soy feliz, no es así.

¿Dónde están los padres que te protegen y te ayudan cuando tienes un problema? Odio llegar a casa y encontrarme sola, sin nadie que me pregunte como me fue en la escuela o que me diga que ordene mi cama y mi habitación.

En la mesa de desayuno está mi padre sonriendo al teléfono mientras pica su fruta y bebe café, me pregunto si se ha fijado que llegue de madrugada y que estoy sentada junto a él.

—Saldré de viaje esta semana, dile a tu madre.—dice sin mirarme.

Maximiliano mira su teléfono, ni siquiera me mira, no digo nada, solo me quedo callada mientras proceso el dolor de cabeza por la resaca, suspiro tomando jugo de naranja. Él se va dejándome sola en la gran mesa, termino de desayunar y subo las escaleras a mi habitación, la misma desde que nací, espaciosa con armario, un baño, fotos de pequeña y una sola foto de cuando tenía una familia.

Me coloco el uniforme del instituto, una falda de cuadros color turquesa, medias a media pierna, zapatos negros, una camiseta de color blanco con corbata turquesa y una chaqueta del mismo color, veo mis ojos en el espejo mientras me acomodo los botones, tengo ojeras por no dormir, creo que ni el maquillaje puede hacer algo esta vez, no me esfuerzo y coloco mis gafas oscuras.

Tomo una pastilla para el dolor de cabeza, después cepillo mis dientes, termino todo y salgo por mi bolsa.

Fue una muy mala idea ir de fiesta un domingo.

Abajo, en la entrada de mi casa, esta esperando el chófer en el auto, normalmente conduzco al instituto pero esta vez no tengo ánimos para hacerlo, una vez choque porque estaba quedándome dormida y termine en el hospital, no quiero volver ahí, no lo desearía. El camino es un poco largo, creo que media hora, pero no le presto atención a los minutos, solo sé que disfruto del paisaje mientras el auto rueda.

SHE✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora