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Capítulo 13

Han pasado dos meses, dos meses desde aquellos besos, desde que probé por primera vez los labios mi mejor amigo y desde ese día evito por completo hablar con él, cuando lo veo de lejos recuerdo sus besos, deseo volver a tenerlo entre mis brazos, una extraña sensación se extiende por todo mi cuerpo, mis mejillas se tornan rosadas y él parece también recordarlo pero su rostro no me dice nada, y ahí me siento avergonzada por desear algo que quizás él jamás quisiera repetir. También comencé a evitar a Fred, no podía darle falsas esperanzas, después él terminaría como yo o aún peor, no quería romper su corazón.

Ed había hablado conmigo hace unos días, me dijo que Ax se ha estado comportando raro y que había terminado con María, algo que no me alegro para nada, ¿por qué? no lo entiendo, quiero que él sea feliz, y si lo era con ella un poco que lo halla terminado significa que no lo era como yo pensaba.

Quiero saber más acerca de su ruptura, así que llegue temprano hoy y como si todo el universo se pusiera de acuerdo me encontré con María, lucía algo triste pero en sus ojos había puro rencor, aquello me descolocó, ¿qué era lo que ella quería? ¿Por qué seguir teniendo rencor después de ya no tener nada con él?

—Me enteré de su ruptura, ¿cómo estás?—pregunté amablemente, aunque creo que no me salió.

—¿Te atreves a preguntar? Eres una descarada, por tu culpa terminó todo lo nuestro.

Por un momento quise flaquear y pedirle perdón por haberme besado con su novio, pero después recordé que Ax jamás le diría ni admitiría haberme besado o siquiera decir que alguna vez tuvimos un encuentro tan íntimo.

—Deja de culparme, él jamás haría algo conmigo, mejor pregúntate tú que hiciste para que se termine todo lo que tenían.—respondí mordaz.

—No te hagas la tonta, sabes que él...

—Cuidado con lo que dices, es mi mejor amigo, jamás haría algo indebido, no mientas.

María parecía querer explotar de la rabia contenida, apretaba sus puños haciéndose daño, eso no debería ser normal. En cuestión de segundos se aflojo al llanto tendido y sin vergüenza.

—Él dijo que había alguien más, que amaba a otra persona y que no estaría más conmigo, que jamás entendería el amor que siente por ella.—solloza fuerte.—Me dejó, dijo que no podemos ser más que amigos.

—Supongo que ha sido difícil.—susurro y ella asiente.—Si de algo te sirve yo también me siento celosa de esa otra chica.

Pareció que le levanto los ánimos, aún así no lograba entender tampoco quién era esa chica que Ax amaba con tanta locura. Después me despedí de María y me fui al salón de clases, en esta clase no la veía a ella ni a Fred, así que me senté al fondo, en una de las últimas sillas esperando a que alguien apareciera, podría ser Ed, Marina o hasta el mismo Ax.

El último se apareció, pensé que se sentaría en otro lugar pero tomó asiento a mi lado.

—Hola.—susurre.

Él me mira, sonríe de dientes completos y pone la cabeza en la mesa mirándome.

—Hola, mi nena.—susurra igual.

—¿Cómo estás? Me enteré que terminaste con ella.

Asintió.

—La quiero, pero no como pensaba al principio y no quiero lastimarla.

—Entiendo.—dije imitando su posición, quede con mi cabeza sobre la mesa mirándolo de frente.

—¿Y Fred?—pregunta—Ya no te veo con él.