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Capítulo 26

—¡Levana!— el grito de mamá me hizo despertar de golpe y por querer pararme me fui de cara al piso.

—¿Así duermes?

Me puse de pie rápidamente al escuchar la voz de Ax en mi habitación.

—¿Qué... que haces aquí?—pregunte con voz ronca y sacándome el cabello de la cara, también limpiando mi boca porque últimamente tiendo a babear la cama.

Que vergüenza.

—Vine a verte para ir al instituto.—dice tirándose en mi cama, hunde su cara en mis sábanas y abraza mi almohada.—Huele a ti.

—¡Ax!—lo repriendo mientras voy por mi uniforme para darme una ducha.

—Ya, pero no voy a soltar tu almohada.—lo miré mal y lo hizo.—Vamos, debemos llegar a tiempo para que des el último examen, estoy seguro que aprobarás.

—¡Por supuesto!—grité desde el baño.

Me quité la ropa, ayer después del centro comercial él se quedó conmigo a estudiar lo que quedaba de la tarde y después seguí estudiando yo sola hasta las tres de la mañana. Dormí unas cuantas horas pero valdrá la pena. Ahora si me apresuro llegaré con tiempo de sobra al instituto y hoy se me antoja para desayunar un café con leche helado, mientras me ponía bloqueador solar en el rostro me percate que no había traído la camiseta por ende solo estoy en sujetador.

<<Hola, Dios soy yo de nuevo.>> Deje la camiseta fuera, supongo que esta en mi armario porque no la saqué.

Casi lista salí, Ax esta con mi almohada entre sus manos acostado en mi cama mirando al techo.

—¿Ya?—pregunto mirándome.

Negué con la cabeza mientras buscaba mi camiseta, la encontré, solté la toalla y me la puse, me sentí un poco rara porque me estaba mirando pero ya da igual, me ha visto con menos ropa.

—Ahora sí. —dije abrochando por completo los botones y poniéndome los zapatos.

Anoche deje lista mi bolsa con todo lo que necesito hoy así que solo peino mi cabello para bajar las escaleras e irnos.

En camino al instituto le pedí que se detuviera en una cafetería para comprar mi café con leche, también compro un cupcake para que desayune ya que no alcance hacerlo en casa.

—Ya llegamos, mi nena.—dice estacionado el auto en un lugar del instituto.

—Deseame suerte, Axito.—dije sacándome el cinturón.

Ambos bajamos del auto, me dio las llaves y un beso en la frente susurrando que me desea el mejor de los éxitos en mi examen y desapareció. La primera hora la tenemos con diferentes profes, le desee lo mismo dándole un beso en la mejilla y una pequeña caricia.

Sin darme cuenta ya había pasado lo más difícil, ya solo estaba entregando la hoja del examen muy confiada en lo que había estudiado. Al salir del salón, en la entrada, están Marina junto a su rubio novio y Ax, los tres esperándome.

—¿Todo fue bien?—me pregunta Marina sonriendo.

—Sí, eso creo.—respondo.

—Bueno, chicos.—dice Ed.—Somos libres.

Sonreímos todos, de cierta forma ya no hay más exámenes y sí, somos libres del instituto.

—Eso decimos, hay que ver.—le digo sonriendo—Pero bueno, me tengo que ir, chicos.

—¿Dónde vas?—pregunta Ax.

—Tengo una sesión hoy—veo mi reloj—si me apresuro llegaré a tiempo.