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Capítulo 19

Es lunes por la mañana, después de todas mis rutinas, he decidido que iré al instituto en mi auto. De nuevo llego demasiado temprano porque tan pronto como estoy entrando, veo a él y a ella comiéndose las bocas, ya sé que no he sido buena señor, ¿por qué?

<<Tómalo como un castigo divino por ser muy mala amiga, hija y amiga en el pasado.>> Negué con la cabeza ante mis propios pensamientos mientras pasaba de largo hasta mi casillero, muchas veces solía pensar que el cosquilleo en mi estómago era por felicidad al ver a mi ex mejor amigo, cuando el tiempo pasó me di cuenta que el ojiverde era más grande, más fuerte, y más guapo, eso cambió. Mi sentimientos también cambiaron, hasta que una noche llegando borracha a mi casa decidí llamarlo, claramente él contesto y le dije que estaba enamorada de él. Y pues él no me creyó, yo fui lo suficientemente cobarde al decirle que no era verdad, al contrario de lo que decía mi corazón le dije que jamás podría enamorarme de él porque es mi hermano de otra madre.

<<Si me pagaran por mentir no me preocuparía por mi futuro como todos los días.>>

Ya ha pasado un año desde ese número vergonzoso que le monte estando borracha y aún me da vergüenza cada vez que lo recuerdo.

Saco de mi casillero un libro y lo guardo en mi bolsa, al fondo, prestandole más atención a mi pequeño espacio, encuentro un libro de pasta roja. Recuerdo que es el diario que compartíamos él y yo, lo saque y cerré mi casillero, menos mal y ellos ya no estaban en el pasillo, así que corrí al jardín rogando para que no estén ahí, como era costumbre faltaría a la primera hora para poder verlo con gusto y no apresurada.

《Día 1.
Hoy hicimos practica de fútbol, la pasamos muy bien. Le gané a Levana cinco a cero. Soy el mejor.
—Mentira, yo me dejé ganar y no eres el mejor.》

Hay una foto de nosotros ese día, ambos sonriendo y de fondo la cancha de fútbol. Sonrío mientras recuerdo la maravillosa mañana que tuvimos ese día. Suspirando voy a la otra página.

《Día 2.
Levana me hizo llevarla en mis hombros hasta el salón porque se sentía cansada de no hacer nada, además se quedó dormida y la castigaron.
—Mi mejor amigo me llevo en su espalda y estoy castigada por dormir en clases.》

Hay una foto mía dormida que él había tomado, después una de mí recogiendo basura. Hace tiempo que no tengo uno de esos castigos.

《Día 3.
Mi nena se ha caído y raspado las rodillas.
—Me gusta la manera en la que me dices mi nena.
Pues acostúmbrate, ese será tu apodo, mi nena.
—Me gusta, Axito. Axito será tu apodo.
Me encanta ;).》

Hay dos fotos, una donde estoy sentada con la rodilla raspada porque me caí corriendo y otra donde estábamos los dos sentados comiendo un helado mientras sonreímos, esa foto la había tomado Ed.

Para distinguir quién escribía cada cosa, él era rojo y yo azul. Se ve increíble y aun más con las calcomanias que usábamos en las hojas, son tantos momentos escritos y plasmados que me dan ganas de llorar que hallamos terminado así.

《Día 362.
Hou fuimos al parque a tomar un helado. Te veías muy linda, mi nena, aunque jamás te dije que se te veía muy roja la nariz.
—Axito malo, jamás me dijo que tenía la nariz roja.》

Una última foto mía con la nariz roja, él se está riendo de mí, puedo ver la diversión en su rostro plasmada.

Suspire mientras cerraba el libro, pensé en tomarle una foto pero no lo haría, bastante tengo ya con lidiar con mi propio infierno como para estar agregando más cosas de las que me puedo arrepentir en un futuro. Llegue al salón con el libro en mi bolsa, me sorprendió ver que no habían tocado campana ni había algún profesor en el aula, tomé asiento junto a Marina ya que no veo a Ed por ningún lado.