𝟼. 𝙿𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛𝚊𝚜 𝙲𝚒𝚝𝚊𝚜.

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Durante las últimas horas del nublado y friolento día, Taehyung no dejo de darle vuelta en su cabeza una idea que tenía mucho que ver con aquellas muchachas que se hospedaban bajo su tutela.

En especial de dos de ellas.

Termino de releer los archivos de los generales sureños, algunas copias de las ganaderías, la nueva ola de nevina que se aproximaba para el siguiente mes, los cultivos casi abastos de los pobres granjeros...
Había hecho demasiado para lo poco que se encontraba en sus cabales el muchacho. Hasta le sorprendía. Con un gesto de aburrimiento cerro sus papeles, los archivo en las gavetas de su escritorio color caoba, y se apresuro para tener la cena con la señorita que su madre hubiera prelegido para él. ¿Sería ella? Lady Dong... era sin duda una exquisita e encantadora señorita a la que Taehyung en especial no le importaba tener que cenar.

Tenía ansias de saber más de ella. De conversar juntos, tal vez, hasta que sentirse cómodo por fin, con un ser humano del sexo opuesto.

Bajó hasta el salón principal y los guerreros le hicieron una reverenciaron antes de abrirle las dos puertas de incrustaciones de oro solido plegadas en el. Camino más desisivo que de costumbre, y al ver la enorme melena de bucles y un vestido tan vulgar como excesivo, se quedo casí quieto a mitad del saloncillo. «Oh dios, no». Tal vez había tendido demasiadas esperanzas. Porque Lady Sang estaba sentada dándole la espalda con un enorme escote de hombros hasta la mitad de su espalda.

Tosió de repente empezando ahogarse con su propia saliva de la nada. Una se las sirvientas a un costado de la mesa de aperitivos le sirvió rápidamente agua al Rey y corrió a dárselo. Lady Sang se volteo -según la prespectiva de Taehyung- a un angulo de ciento ochenta grados cuando el comenzó a toser. Al verlo ahogarse ella misma gimió horrorizada y se levanto corriendo hacía él como un chivo a punto de tirarlo al suelo.

Por la parte delantera también tenía un enorme y voluptuoso falta de tela por dónde deberían descansar sus pechos ahora apretados. Sobresalian y rebotaban en cada paso que Lady Sang daba, provocando que con el vaso de agua que la críada le sirvió, se tragara un poco de más y otra vez comenzara a ahogarse.

—¡Oh mi señor! Se ahoga, ¿Que hacemos? ¿Que hacéis ahí parados? ¡Traigan al sanador! ¿Debería darle respiración boca a boca?. —Estaba asustadisima, lo ultimo que Gyeyong esperaba, era que su Rey entrará y lo primero que hiciera sea ahogarse frente ella.

Taehyung puso una mano hacía ella por si se atrevía juntar sus labios con los suyos.

Lady Sang empezo a tener los ojos llorosos de inmediato. A lo que Taehyung propuso en sus pensamientos como una sincera reacción algo torpe de la muchacha ante la situación.

Aúnque ahora, Taehyung no estaba muy seguro que las intensiones de Lady Sang fueran enteramente honestas.

Recapitulando las mínimas interacciones que ha sabido de ella, todas siempre contraen un problema para sus colegas de puesto. El primer banquete, abochorno a Lady Mun hasta el punto de sacarla de sus casillas. Y ambas ocasiones él había pensando que había sido sin querer. Simplemente era de esa forma tan abierta y poco convencional, por no decir algo peor... Pero hace rato a Lady Dong, también ella había creído en la honestidad y buena fé de Lady Sang. Pero, ¿Qué hubiera ocurrido si Lady Dong no se hallaba con él? Posiblemente estuviera en problemas con Yeom Chi, y reprendida por no estar donde debería.
Tal vez la razón por la cual Lady Dong no esta frente a él para compartir la cena, era la misma razón por la que Lady Sang sí.

Sean se lo repito. Ellas vienen a pelear entre ellas. Pero, ¿hasta que punto estaban dispuestas a sabotearse?

Cuando se recupero y la garganta solo le dejo un agrio sabor rasposo, trato de tranquilizar a Lady Sang, pero lo que obtuvo fue una sonrisa incomoda.

Three Kingdoms Of Korea 2- Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora