𝟺. 𝚃𝚛𝚎𝚜 𝚖𝚎𝚜𝚎𝚜

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Del brazo, cubierto por la capa azulada, se sostenía y con elegancia una maño diminuta enfundada en un guante de seda.

Se enroscaba en el brazo de Taehyung con cierta frivolidad.

Ambos sonreían y conversaban con el Marques Lord Jujin Kye y su esposa Jujin Nang. Lady Mun había asombrado a Taehyng con su inteligente manera de conversaciones culturales y profundas con los invitados a los cuales ambos se habían acercado a saludar.

Posterior al baile, era necesario que Taehyung fuera, en especial, con los hombres de más renombre de los reinos que fueron a su celebración de bienvenida a conversar y darles las gracias por venir. Era el protocoló. Y Mun Ji-Seo, en vez de sentirse insignificante y minimizarse frente a gente tan importante, al contrario; siempre tenía esa pose recta en su aura esbelta, y miraba a todos sin agachar la cabeza ni un instante.

Era sin duda, una muy buena imagen de seguridad y confianza que una Reyna debería tener para el palacio. En parte, aquello llego a frustrar al muchacho.

Taehyung sentía con pesar que la decisión final, después de que concluyeran esos siguientes tres meses que aún (y gracias al cielo, pensaba el Rey) no comenzaban hasta que llegara la ultima de las candidatas. Que aquel ultimo decreto de quien se convertiría en su esposa, no solo iba a caer sobre los hombros de el chico.

Si, el tenía la palabra final. Pero eso no era el todo en una aristocracia donde estaban hablando del Rey de todo un imperio. Las personas hoy presentes, se inclinaban por las dos muchachas que iban a presentarse ese día. El día siguiente y el consiguiente, esta gente ya no sería valida a entrar al palacio. Esto se debía, a que todas estas personas apostaban que ya sea, Lady Mun o Lady Sang. Iban a terminar al final una u la otra casada con el joven heredero.

Mañana vendría gente que apostaba por las otras dos señoritas, y el ultimo día, igual.

Creían que al apostar por una de ellas después se verían recompensados de alguna manera por la monarquía, y aparte, se atrevían a opinarle a Taehyung sus pensamiento de quien puede ser la nueva Reyna de Corea del norte.

Esa era otra cuestión. Las cinco chicas no venían a ver quien era la mas guapa a los ojos de Taehyung, si no; a trabajar duro por un puesto que exige, de la señora del país tiene que encontrarse al nivel requerido. No cualquiera será Reyna, eso es seguro.

Las cinco se iban a tener que someter a distintas pruebas de aptitud para llegar a ser Reynas. Todas y cada una de esas pruebas, iban a ser juzgadas por expertos en cada materia y de los cuales le iban a dar al final, a Taehyung, su opinión respecto a las muchachas. Por más que Taehyung tenga preferencia por alguna, esto no será importante si esa una no es capaz siquiera de entender que son las Alianzas, como funcionan y los problemas a los que se esta enfrentando el país hoy día.

—Sois muy amables, pero no lo ha hecho ninguna dama de compañía, yo misma le dice los dobladillos —Sonrio Ji-Seo a la señora Jujin que le halago el vestido recatado. Su sonrisa no era muy grande para parecer muy amable, ni tampoco muy poco para verse frívola, aunque a los ojos de Taehyung, ninguna emoción que provenga de Ji-Seo era porque lo sintiera apasionadamente.

—Si nos permiten —se introdujo a la conversación otro de los hombres mas ilustres del salón con su esposa. El general Lee —Su majestad, el salón ha sido decorado esplendorosamente. ¡Jamás había estado en un saloncillo tan veraniego!

El laird miraba a Taehyung, pero la respuesta a su comentario salía de Ji-Seo. En realidad, Ji-Seo era la que se ha estado encargando de mantener las conversaciones con todas las personas con las cuales han hablado.

—Espero que gusten los platillos típicos de Busan, son los mismos que preparaban en los bailes del palacio los reyes. —De nuevo, siendo amable pero también era como si hubiera una barerra de distancia entre el lord y Ji-Seo. Que ella misma imponía.

Three Kingdoms Of Korea 2- Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora