Flufftober Peony 2021 #EsDeFanfics

2. hand holding (tomarse de las manos)

De Marcadores y Yesos
Drabble

Después de salir victoriosos en una pelea contra un villano que se hace llamar BombaMan, los Vengadores regresaron a sus actividades normales, todos menos Iron Man que terminó con una pierna rota al caerle encima de la extremidad un bloque de concreto del tamaño de un adulto promedio. Al llegar a la ala médica de la Torre los doctores pusieron manos a la obra y en cuestión de media hora ya tenía puesto un yeso que cubría toda la pierna izquierda.

Peggy agarró una silla metálica y la puso lo más cerca posible de la cama de Tony, todo bajo la atenta mirada de él.
—¿Cómo estás?

Tony sonrió como si tener un hueso roto fuera el pan de cada día de él.
—Lo que no me mata me hace más guapo e inteligente cariño, yo solo veo las partes buenas; en las próximas semanas no tendré que ir a ninguna misión, me haré dibujos en el yeso con el paquete de marcadores que mandé a comprar y mientras esté en la cama no tendré que inclinar mi cabeza hacia atrás para verte a la cara.

Peggy frunció el ceño ligeramente molesta y dolida.
—Eso suena a que lo hiciste a propósito.

—Pensar en el extenso y merecido sermón que me darás en los próximos segundos hace que se me quiten las ganas. Así que tranquila, no fue esa mi intención y nunca lo será.

—No vine aquí como una líder a regañar a su compañero de equipo que se puso en peligro por su propia estupidez —la capitana tomó la mano del genio que estaba más próxima a ella de entre las sábanas y le dio un apretón —Vine como una mujer que se preocupa por su pareja herida.

La sonrisa se borró en el rostro de Tony y la culpa germinó en su estómago como una enredadera de espinas. Era un idiota al pasar por alto el hecho de que ella se preocupa más por él que el mismo.
Se fijó en sus manos que son casi del mismo tamaño, que encajan perfectamente, su mano con muchos callos y cicatrices, la de ella con marcas alargadas en su palma por el uso constante de su escudo y su espada, haciendo un bonito contraste entre la piel bronceada y la crema, transmitiendo por el tacto todos los sentimientos y pensamientos palpables que no se pueden expresar con palabras.

Tony terminó entrelazando sus dedos con los de Peggy.
—Algunas veces pienso que no te merezco.

Peggy sonrió ante lo que le dijo.
—Y yo pienso justamente lo contrario, y eso es lo que importa.