Flufftober Peony 2021 #EsDeFanfics

30: first time (primera vez)

Anteros
One-shot
Advertencia: este one-shot tiene contenido sexual explícito.

—¿Estás segura de esto? —Habló Tony casi sin aliento.

Peggy, acostada debajo de él en su cama, se fue bajando lentamente el zipper frontal de su vestido negro con lunares blancos en respuesta.

El corazón le latía a mil por hora, no entendía porqué estaba tan nervioso de repente. Él ha tenido encuentros sexuales cientos de veces con otras personas ¿Porqué con ella se siente tan diferente? ¿Porqué se siente como si hubiera retrocedido en el tiempo a la época donde era un total inexperto en el tema? ¿Será debido a que ha soñado, ha imaginado tantas veces estar en esta situación que ahora que está pasando realmente teme no ser suficiente?

Peggy al notar su indecisión se sentó tomando la iniciativa, la parte superior de su vestido se deslizó hasta amontonarse en su regazo.

Desabrochó despacio la camisa de Tony a la vez que dejaba besos en cada trozo de piel expuesta hasta tenerlo totalmente desnudo del torso.

—Sólo… dejémonos llevar, deseo tanto esto como tú lo deseas —musitó Peggy.

Sujetó el rostro de Tony entre sus manos y lo miró directamente a los ojos, la miraba con tanta adoración que sintió sus propios ojos humedecerse un poco.

Tony puso su mano izquierda sobre la suya, movió su rostro para dejar un beso en la palma de ella. Entre besos de miel y toques de seda las prendas desaparecieron hasta que los dos quedaron en ropa interior.

Cuando Peggy se acostó nuevamente Tony no perdió ni un segundo y se puso a lamer el abdomen musculoso de la capitana, su vello facial raspando la piel erizada, era adictivo saborear su piel cremosa, podía pasar horas dedicado a solo esta tarea y nunca se cansaría.

Ya no había nada en la mente de Peggy, sólo Tony. Tony y su cuerpo, Tony y su calor, Tony y sus manos y labios acariciando con ternura cada centímetro de su cuerpo.

Tony se movió para rozarse contra su pierna, con sus dedos frotaba su centro con movimientos circulares por sobre la braga blanca, la humedad filtrándose por la tela.
Peggy jadeaba contra su boca, sentía su cuerpo arder, exigir por más, tenía la sensación de que esto nunca será suficiente, que nunca se agotaría de amar a Tony en cuerpo y alma.

La ropa interior se retiró en un santiamén y por unos segundos que parecieron una eternidad se contemplaron el uno al otro, la capitana con su cabello castaño desparramado en las almohadas, grandes senos, mejillas sonrojadas y cuerpo atlético, parecía una diosa bélica y de la seducción.

Los ojos de Peggy no podían despegarse de la trabajada figura de Tony. Las gotas de sudor recorrieron su cuello, pasando por los pectorales y rodeando el reactor arc, descendiendo por su vientre llegando hasta la ingle, su miembro de buen tamaño curvado y completamente erecto.

—En el segundo cajón de la mesita izquierda hay condones —le informó Peggy. Ante la ceja levantada que apareció en el rostro de Tony continuó hablando —Sabía que pasaría esto algún día.

—Tu exceso de confianza compite directamente con mi exceso de confianza.

Tan pronto tuvo el condón en sus manos le quitó el envoltorio y se puso el preservativo con movimientos casi de memoria, volvió a su posición entre las piernas de ella.

—¿Lista?

Peggy mordió el interior de su mejilla un poco avergonzada.
—Creo que se me olvidó decirte que soy virgen.