CAPÍTULO 5

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Lograr salir viva de aquella clase fue una hazaña más difícil lo que esperaba.

—¿Estas bien?

No, no lo estaba.

Le acababan de decir en la cara todo lo que llevaba haciendo toda su adolescencia y poca adultez, aunque ya se lo habían ducho y explicado muchisimas veces esa situación era distinta, no solo se sentía vulnerable al estar en esa clase si no que a la vez eso llegó en el momento exacto de su vida en el que no paraba de arrepentirse.

Y también le estaban gritando que Kei tenía la razón.

—Sí, estoy bien —aseguró Kyoko con una sonrisa falsa levantándose de su asiento muy lentamente— la clase fue un poco fuerte, eso es todo.

Se sentía mareada, quizá era la ansiedad o los nervios manifestandose en su cuerpo, cuando intento levantarse todo dio vueltas pero se logro mantener en pie con dificultad.

—Es cierto, estas cosas son bastante fuertes, por eso me gusta esta clase—afirmó Junko— ¿Estas segura que no quieres ir al Karaoke? Tetsuo invita.

No le interesaba en lo más mínimo ese panorama esta vez. Aunque en realidad nunca estaba genuinamente interesada en lo que sus amigos planeaban.

También le gustaba esa clase, la psicopatología no le molestaba en absoluto, pero esa clase había sido demasiado para ella y su cuerpo, aunque siempre supo que esa clase iba a llegar una parte de su ser esperaba no tener que pasarla jamás, aunque fuese imposible.

—Debo ir a trabajar —se excusó la castaña.

Y aunque era una excusa era cierto.

Solo una clase más e iría al trabajo y después podría ir a casa y dormir, pensar en lo horrible que había sido su día y descansar.

Eso era todo lo que quería y necesitaba, un descanso.

Aunque al día siguiente tuviese que repetir la rutina, no importaba, solo quería sentarse a ver alguna serie cualquiera en la televisión mientras que por una tarde se permitía comer tonterías.

Pero su amiga no parecía dispuesta a eso.

—Tenemos una ventana de 30 minutos, aún podemos hacer algo con tú cara de muerta.

Kyoko lanzó un suspiro, la rubia ni estaba dispuesta a dejarla en paz, su actitud enérgica estaba saliendo a la luz en todo su esplendor.

—No tengo ganas, Jun, en serio.

—No le des a tu ex la satisfacción de haberte destruido —le dijo la rubia— puedes morirte por dentro pero él no tiene porque saberlo.

Quizá esa no era una idea muy madura de parte de dos estudiantes de psicología, pero las frases de su ahora ex novio rondaban por su cabeza una y otra vez en especial después de la horrenda clase que acababa de pasar, por lo que esa no parecía una tan mala idea.

No estaba mal sentir un poco de rencor en ese momento ¿Cierto?.

Acepto tras unos segundos debatiendose la ética de la propuesta y fueron al baño más cercano en donde al fin Kyoko pudo detenerse a mirar en el espejo lo que todos le decían.

Su cabello estaba peinado en una horrenda coleta muy mal hecha, tenía círculos negros alrededor de sus ojos por el maquillaje que nunca se quitó y su piel no tenía ningún tipo de color.

Parecía muerta.

—Bien, primero vamos a arreglar esa cara.

Sonrió divertida cuando su amiga lanzo agua a su rostro a modo de chiste para luego lavarle el rostro detenidamente y con una toalla secarle este mismo a toques.

Over The Moon [Tsukishima Kei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora