CAPÍTULO 8

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Recomendación: Si desean llorar escuchen "Lejos de Vos" de Miranda! Mientras leen este capítulo

-¿Kei...?

Pudo ver ese cabello rubio brillando frente a sus ojos y aquellas gafas que con el reflejo del sol destellaban.

Se limpió las lágrimas con las palmas desesperada y sonrió como si nada estuviera pasando. Pero tenía aún ese nudo en la garganta que queria ser desatado.

-¿Q-que haces acá?

-Solo pasaba -respondió rápidamente el rubio- ¿Estas bien?

Kyoko le señaló la caja con una sonrisa amarga.

-Oh... ya veo.

Se encogió de hombros con indiferencia pero saltó sorprendida cuando Kei dejó su mochila en el suelo y se sentó a su lado sin decir mucho.

¿Qué diablos estaba haciendo?

Ese no era el momento para ponerse a discutir, estaba al borde del desmayo por la angustia, no quería estresarse más, queria un apoyo, solo eso.

-¿Te llevo a casa? Mi auto esta a unas cuadras.

¿Estaba siendo amable?

Estaba tan sorprendida que su boca se seco y tartamudeo silabas sin llegar a formar una palabra al completo.

Queria protestar orgullosa por que él era su ex, decir que no necesitaba su compasión pero algo le detuvo, quizá aquel nudo en su garganta, no lo sabía a ciencia cierta.

O quizá muy en el fondo quería dejar el orgullo atrás y disfrutar de la compañia de Kei.

—N-no...no lo sé  —su voz se quebró y sus ojos ardieron por las lágrimas acumuladas.

Salto del susto cuando sintió delgados dedos de su ex novio envolverse en su hombro y le miró conteniendo aún sus lágrimas.

Le sonreía con tanta compasión y amabilidad que no pudo evitar sentir su estomago revolverse por ello, nunca sonreía tan abiertamente pero ahí estaba, consolando a su ex novia.

-Siempre puedes conseguir otro trabajo...

-O-oye no seas tan bueno conmigo -rio amargamente intentando cambiar de tema- no es justo.

-¿Y eso porqué?

No pudo responder por que sin poder controlarlo más se lanzo a llorar apenada.

Cubrió sus ojos con sus manos y descanso los codos en sus rodillas para que no se le viera llorar.

-L-lo siento -murmuró entre sollozos- seguro estas ocupado, no es normal que estés por éstas partes de Sendai.

-Ya... no te preocupes por eso.

-Es que- n-no es justo, te hice cosas horribles y t-tú me las hiciste a mi y me estas tratando como si nada...

Kei no respondió, pues Kyoko tenía cierta parte de razón. Siguió llorando, se sentía tan miserable que ni siquiera existían palabras para expresarlo, era un dolor en el pecho que le hacia querer arrancarse la piel de desesperación, pues quería que pare, necesitaba que pare.

Estaba harta de vivir llorando todo el tiempo.

—Ven vamos, te llevo a casa —suspiró el chico sin decir nada a sus sollozos.

Se levantó para tomar la caja que estaba en el piso y tras acomodarla en sus brazos tiro de la muñeca a la chica pues la conocía lo suficiente como para saber que se iba a rehusar.

Kyoko rendida la siguió deteniendo su llanto a medida que caminaba, demoraron unas cuatro cuadras en estar en el estacionamiento de una farmacia en donde Kyoko pudo ver el auto de Kei.

Over The Moon [Tsukishima Kei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora