EXTRAS: 1

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Extra 1: "En cuarentena"

"Estar encerrada es horrendo, no puedo moverme, no puedo hacer ejercicio y de pronto mi escuela se ha vuelto en extremo exigente, estan locos. Mis padres son enfermantes y... "

La mente de Kyoko se apago perdiendo toda su atención de lo que decía la chica tras la pantalla.

Normalmente escuchaba los problemas de sus pacientes muy atentamente pero ese día estaba demasiado nerviosa como para hacerlo.

Solo deseaba que Kei volviese a casa y pudieran poner fin al sufrimiento que llevaban sintiendo el último mes y medio.

-No se si comprende a lo que me refiero Tsukishima-san.

Volvió a la realidad de golpe al notar que su paciente esperaba una respuesta.

-Lo entiendo perfectamente -mintió descaradamente y empezó a hojear el expediente de la chica- Existen muchas formas de liberar el estrés acumulado, si deseas puedo explicarte algunas de ellas.

-Si no es problema...

-En primer lugar, te recomiendo buscar un objeto seguro el cual te transmita paz, luego...

Desde que la pandemia había empezado Kyoko había movido sus bellos días de trabajo a horribles días frente a la computadora recitando lo mismo una y otra vez ante adolescentes agobiados ante el encierro y el aumento de tiempo libre.

Aunque ella no se había sentido muy distinto, pero tenía un esposo con el que pasar el tiempo libre y ahora estaba pagando las consecuencias.

10 minutos después Tsukishima Kyoko se estaba despidiendo de su última paciente del día con una sonrisa bastante fingida pues estaba a nada de explotar de los nervios.

-Ten un buen día, Hiyori.

Terminó la llamada y cerró su computadora y en cuanto se quitó los auriculares lanzó un gran suspiro pasando ambas manos por la longitud de su cabello.

Amaba su trabajo, al menos la gran mayoría del tiempo, pero era agotador.

Se levanto de la silla escuchando los huesos de sus hombros y rodillas hacer un sonido bastante desagradable.

Se estiró suavemente antes de encontrarse a si misma yendo en dirección al baño para encontrarse sin la novedad que estaba esperando tan arduamente lo cual le hizó sentirse aún más nerviosa.

En cuanto salió del baño fue hacía la cocina y miro detenidamente el refrigerador.

Nada parecía apetitoso, de hecho ese queso en el fondo le hacía querer vomitar, lo cual era raro porque siempre había amado el queso.

Curiosa tomó el plato con el queso y en cuanto lo tuvo en frente corrió al baño.

Era un olor asqueroso, pero era raro porque era el mismo de siempre, era primera vez que le molestaba.

No vómito nada pero se sintió lo suficientemente mal como para quedarse en el piso con lágrimas en sus ojos.

Tenía tanto miedo, eso no debía pasarle, era casi imposible ¿por qué ella? ¿por qué ahora?

Entre pensamientos sintió náuseas una vez más sintiendo ahorcadas que le hacían doler todo el cuerpo.

Escucho la puerta de su hogar abrirse y una bolsa caer al piso.

-Estoy en casa.

En cuanto escuchó la voz de su esposo no pudo evitar romper en llanto.

Se sentía tan débil y vulnerable, lo necesitaba.

Over The Moon [Tsukishima Kei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora