CAPITULO 15

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Después de esa noche tomó una decision.

Jamás volvería a hablar a sus padres.

No se lo prohibió a sus hermanos así que a veces tenía algunas noticias sobre ellos (como que estaban horriblemente peleados y al borde del divorcio) pero por meses no fue capaz de hablar con ellos.

Y nunca le hicieron falta.

En realidad fue un alivio, todo era más fácil después de eso, como si le hubieran quitado un peso de los hombros.

Era más fácil vivir cuando no tenía que responder a las expectativas de nadie.

Aunque a veces cuando se sentía ahogada quería llamar a su madre y escuchar su voz, queria estar entre sus brazos para poder sentir que todo estaba bien, pero con respecto a su padre... jamás lo extrañó luego de esa noche.

Pero de ahí en fuera la vida no se volvió más sencilla, primero Kei se graduó de la universidad, lloraron y celebraron mucho después de ese día e incluso terminaron vomitando por lo borrachos que estaban, luego ella tuvo exámenes finales y no tuvo tiempo de unas vacaciones decentes cuando ya había empezado una vez más el año.

Fue difícil, trabajar, estudiar, mantener a sus hermanos, intentar tener una vida social más o menos decente, sus prácticas, los pacientes, planear una boda. Pero al final todo valió la pena el día que logró subirse al escenario a recibir su título frente a toda su familia.

Sus hermanos, sus amigos, su novio, su suegra, su cuñado, todos estuvieron ahí para apoyarla en ese día y lloraron muchísimo tras eso.

Luego de eso se tomo un mes para empezar a buscar trabajo como psicóloga, no fue tarea sencilla, nadie quería contratar a la chica de 23 años con el título recién obtenido.

Pero lo logró, en un principio se sentia sobrepasada con todo y tenía dudas de haber elegido la profesión correcta, escuchar las historias terribles de sus pacientes terminó por afectarle, pero mientras más pasaba el tiempo y podía ver como la gente empezaba a mejorar gracias a ella le hizo entender que estaba en lo correcto, aunque fuera difícil.

Y Sin notarlo ya era el temido día.

La boda.

—Creo que la combustión espontánea es una buena idea —murmuró a Junko cuando ella terminaba de retocar su maquillaje una vez más, ya que Kyoko parecía sudar demasiado con los nervios.

—Ya hemos hablado de esto —suspiró la rubia— y si se quema tu vestido, prometo que lloraré.

Sonrió para alivianar los nervios.

Se decidieron por una boda mezcla occidental y oriental, ya que Kyoko hubiera llorado antes que llevar ese ridículo sombrero.

—¡Hermana!

Kaori entró a la sala, traía una mueca de rabia pero en cuanto vio a Kyoko sonrió.

—No logro hacerme la corbata...

Le permitieron usar un traje ese día, de hecho jamás cruzó por su cabeza que fuera de otra forma.

Se veía tan lindo con es traje negro a juego con la camisa, se veía como él...

Kaori estaba mucho mejor animicamente este último tiempo, ya estaba en preparatoria y al parecer no la pasaba tan mal.

Ató el nudo de la corbata de su hermano cuando llego Kaede con su violín en mano y un hermoso y pomposo vestido rosa con flores por todos lados que ella misma habia elegido.

—Estoy muy nerviosa —se quejó la pequeña castaña— ¿Y si me equivoco en una nota?

—Tienes diez años, seguro pensaran que es adorable —respondio Kaori llevándose a la niña con el violín lejos.

Over The Moon [Tsukishima Kei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora