Maldito día de mierda.
Y ahora solo quería descansar, alejarse de todo el bullicio de las oficinas, dejar de escribir reportes, desistir de colaborar con los demás. Quería solo alejarse de todo y hundirse en la miseria tal y como solía hacer de niño.
Era un día horrendo.
Llovía constantemente en esa semana, había tráfico y gente malhumorada. Nadie era agradable, no se ayudaban a encontrar las rutas correctas, ni siquiera se ayudaban cuando tenían problemas con alguna cosa básica.
Pero estaba por acabar.
Tsunayoshi rogaba porque se terminara esa odiosa semana.
Suspiró pesadamente mientras disfrutaba de su pequeño espacio de privacidad mientras vaciaba la vejiga en un baño público. Centró su visión en el vacío de las baldosas mientras terminaba de despreciar su miserable existencia. Y ya sin esas molestas ganas de hacer pipí, su buen ánimo medio regresó.
Sonrió al dirigirse al lavamanos y fue ahí donde se topó con una curiosa mirada.
Quiso obviarlo.
Quiso creer que no hizo contacto visual con ese extraño.
Pero pedía mucho.
No pudo siquiera concentrarse mucho en el correcto lavado de manos porque a través del rabillo del ojo pudo apreciar que esos ojos negros seguían teniéndolo por objetivo por medio del espejo.
¡Ay por favor!
No quería ser parte de las estadísticas de acoso en los baños públicos. Así que solo lo ignoró.
—Soltaste una palabrota mientras orinabas.
Tsuna quiso morirse cuando ese extraño le habló.
—Tenías problemas al hacer...
—¡No!
Enrojeció al instante porque entendió alguna referencia a problemas de salud relacionados con su pipí.
—Tranquilo —el extraño sonrió de lado, divertido.
Tsuna se apresuró a terminar de limpiar sus manos antes de irse, pero volvió a hacer contacto visual con aquel extraño.
—¿Quieres que te recomiende un médico?
—¡No! —se tensó de nuevo.
—Pídelo con confianza... Tengo un amigo que...
Pero Tsuna no se quedó a escuchar, solo salió de ahí, verificando tener el maletín y sus cosas, sin importarle sus manos mojadas. Solo quería huir de esa rara situación con el desconocido.
Rara situación que se volvió a repetir dos veces más en un lapso de dos años.
Y fue así como se hizo conocido de un extraño chico de cabello azabache, ojos negros que te chupaban el alma, y sin pelos en la lengua, el cual trataba de diagnosticarle un problema de próstata o algo así.
—¡Que no estoy enfermo!
—Tu expresión facial no me dice lo mismo.
—¡Ay, por favor! ¡Voy a dejar de usar este baño público!
—Mala suerte la tuya, es de los pocos en esta parte de la ciudad.
—Sabes... —respiró profundo—. Deberías dejar de hacer contacto visual con extraños, te considerarán acosador.
—Así que esa es tu opinión de mí.
—No tengo otra.
—Sinceramente no me importa. Necesito practicar mis diagnósticos.
—¿Eres estudiante de medicina?
—Sí.
—Wow.
—¿Y tú?
—Me permito reservar mi información personal para evitar darle datos importantes a un acosador.
—Soy Reborn.
—Y yo soy un idiota por seguirte la plática.
—Lo confirmo.
—¡Oye!
Notas Finales:
Sinceramente no planeaba subirlo en esta plataforma, pero bue, como es algo cortito, se los comparto.
Espero terminarlo.
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Circunstancias coloridas
FanfictionNo hay mejor amor que aquel construido a base de sonrisas, tiempo, y respeto. Pareja: Reborn x Tsuna (R27) Fandom: Katekyo Hitman Reborn Este fanfic corresponde a la dinámica #Flufftober organizada por la página de Facebook #EsDeFanfics. Existen 31...