Primera vez, no sexual

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—Solo quise relajarme un poco.

Esa fue la corta y sencilla explicación del castaño rebelde que pasaba por una resaca bastante fuerte. Sentado en el comedor, viendo la taza de café que le preparó Reborn quien cuidó de él la noche anterior.

—A veces eres un tonto.

—No puedes culparme. Tengo un terror muy justificado a las cirugías y estoy programando una muy pronto.

—Por esa misma razón deberías cuidarte mucho más.

—Solo esta vez —bebió el café e hizo una mueca por lo amargo que estaba.

—Que no se repita.

—Pero por alguna razón, creo que no estás tan enojado como pensé que estarías.

—Es domingo, puedo descansar... es por eso que no estoy enfadado.

Razones más, razones menos.

Reborn cuidó de él hasta el mediodía, y después se fue. Además, Tsuna no dio ningún problema el día anterior. Estaba borracho, pero era obediente y se quedó dormido casi al instante. No fue importante.

Aun así, después del incidente, cuidó de él casi obsesivamente para tenerlo en buena forma para los exámenes previos a la cirugía y el mismo día para ser internado. Lo acompañó hasta que el horario de visitas se terminó, y por 'órdenes de todos debió abandonar el cuarto de Tsuna y dejarlo descansar.

Aun así, estuvo tranquilo.

—Será la primera vez para Tsuna —Timoteo sonrió—, y también para ti siendo solo un amigo que espera la recuperación de alguien importante.

Reborn miró a su tutor con gentileza, mostrándole una sonrisa.

—Confío en tu designado para la cirugía de Tsuna, por eso estoy tranquilo.

—Sabes... Tsuna hizo una petición muy particular.

—¿Qué tipo de petición?

—Dijo que ya que es tu paciente y que tú quieres ser cirujano —el doctor rio bajito por el rostro confundido de Reborn—. Preguntó si tú podrías estar en su cirugía.

—¿En serio dijo eso?

—Claro... Lamentablemente le tuve que romper las ilusiones, porque tú aun estás estudiando y te falta mucho para ser interno de cirugía.

—No juegues conmigo.

—Pero ya que te aprecio mucho, además que quiero que aprendas todo lo que puedas y que también deseo que Tsuna se sienta seguro.

—Sin rodeos.

—Estarás presente en el mirador. Detrás de un cristal no se puede experimentar de primera mano todo el proceso, pero será una buena oportunidad.

—Entonces...

—Acompañarás a Tsuna desde lejos, pero lo acompañarás.

—¡Sí! —festejó como cualquier estudiante haría.

—Será su primera cirugía y la tuya también, así que dale confianza y permanece tranquilo hasta el último minuto.

La primera experiencia de ambos, sería memorable y emocionante al menos para uno de ellos.

Reborn sonrió en agradecimiento porque aquel castaño lo eligió para acompañarlo en algo tan importante, y detrás del cristal levantó el pulgar antes de que la anestesia se colocara y Tsuna quedara inconsciente.

Y así mismo, Reborn se encargó de llevar algo de fruta y estar presente cuando Tsuna despertó de aquella situación tan dura para él.

—Todo salió bien —le sonrió.

—¿Aprendiste algo? —susurró Tsuna, aun estando un poco confundido.

—Aprendí que tu sangre es roja —bromeó.

—Idiota —negó divertido.

—No te sobre esfuerces... Duerme lo necesario.

—Reborn... —lo miró un momento—, gracias... por estar aquí.

Porque Tsuna eligió a Reborn para acompañarlo, solo a él, y no a cualquier amigo cercano que estuviera en la ciudad.

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