CAPÍTULO 10

919 67 13
                                    

Kenia

Estaba en el gran sofá esperando a Kim a que pudiera hacer dormir a Joaquín. Caí en los encantos de ese niño, de ese niño y de su madre.

Abrí twitter, interactué un poco con mi fandom y luego twitteé una frase.

"Si supieras lo mucho que soñé con este momento 🍷"

Luego de unos segundos mi teléfono se llenaba de notificaciones, eran tipo "¿Kenia enamorada?, OMG BEBÉ ¿QUIÉN TE TIENE ASÍ?, ¿Estás borracha?, ¿NUEVA CANCIÓN?, ya cuéntanos qué tienes, COMO ALTERAR MEDIO FANDOM CON TAN SOLO UN TWEET".

Muchos comentarios así, yo solo había twitteado una frase, ¿por qué tanto alboroto?

Luego de estar unos minutos en twitter me entra una llamada de Olivia.

—¡HOLA REINA! - me reventó un tímpano.

—¡OLIVIA! - le reclamo — ¿No te enseñaron a hablar en tu casa? Casi quedo sorda con semejante grito.

—Ay, qué exagerada, ¿estabas por dormirte?

—No, tengo que... - ¿qué le digo? — trabajar hasta tarde, estoy revisando unos correos.

—¿Podemos hacer videolla...? - la corto.

—¡NO! - grite más fuerte de lo que quería — O sea, ya te dije que estaba revisando cosas, Olivia.

—Luego la que no sabe hablar soy yo - escucho como se ríe mientras yo estaba con un cagazo tremendo — Entonces, ¿puedo ir a tu casa mañana? Tengo que contarte sobre mi cita, chica, te mueres. - podía sentir su emoción.

—Si, obvio, ¿qué te parece a las 8 de la noche? Así te quedas a dormir.

—Me parece una fabulosa idea, ya, no te quito más tiempo, sigue revisando tus mierdas, vieja amargada.

—Te abro las puertas de mi casa, ¿y así me lo pagas? - le dije fingiendo dolor, siempre nos molestábamos así.

—Ay ya, bye preciosa, sabes que te amo.

—Bye mi amor, nos vemos a la noche. - le digo con una voz coqueta y ella solo se ríe del otro lado.

Cuelgo y siento a Kim bajando las escaleras, ¿habrá escuchado algo?

—¿Pudo quedarse dormido Joaquín?

—Si.

Ok, que cortante.

—¿Te gustó el brownie?

—Estaba un poco dulce.

Bueno pero esta mujer es bipolar o qué onda, arriba me comió la boca y acá a duras penas me habla.

—¿Estás bien? - le digo mientras me acerco, estaba segura de que escuchó lo último que dije por llamada, jugaría un poco con ella.

—Tengo sueño.

No tiene sueño, está celosa.
Me estaba dando la espalda, estaba apoyada en la mesa pero no me daba la cara, era mi oportunidad.

Rodeé su cuerpo con mis brazos apoyándome en la mesa quedando pegada a su espalda, podía olfatear su cabello.

—¿Escuchaste mi llamada? - susurré en su oído.

Ella dió un pequeño salto, no se esperaba que estuviera tan cerca.

—¿Me estás interrogando?

—No puedes responder a mi pregunta con otra pregunta.

—Si que puedo.

hasta morir ; kimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora