CAPÍTULO 20

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Kim

El día estaba precioso, lástima que era el último en las cabañas.

Kenia no se despegaba de mi en ningún momento, pasó todo el día de ayer así y hoy domingo estaba igual, si yo iba a la cocina ella me seguía, si yo iba al baño ella me esperaba afuera, hasta pude sentir cómo me abrazaba con más fuerza durante la noche.

Hoy nos iríamos alrededor de las 6 de la tarde para que ella pueda llegar a empacar sus cosas, tenía un vuelo super temprano por la mañana.

Saber que la tendré lejos unas cuantas semanas si me ponía triste, claro que la extrañaría, pero sabía que le haría bien estar tiempo con su hermana, hace demasiado que no se ven y la verdad es que eran muy unidas antes de que ella se fuera.

Notaba cierta pesadez en el ambiente, Kenia no le dirigía la mirada a Stefanny ni Stef a Kenia, no se hablaron durante el almuerzo y menos ayer, las dos estuvieron demasiado distanciadas y cuando le pregunté a Kenia qué ocurría simplemente ignoró el tema, raro.

—¿Tienes tu maleta lista? le dije a Kenia en cuanto subí al cuarto, ella se estaba echando unas cremas en su rostro.

—Si amor, ya guardé todo.

—¿De casualidad no viste mi anillo de mariposa? — me acerqué a darle un beso en la frente — creo que lo perdí, no lo encuentro por ningún lado.

—Estaba debajo de la cama, amor. Lo guardé en mi maleta también. — suspiré aliviada.

—¿Te había dicho que eres la mejor y que te amo demasiado?

La rodeo con mis brazos por detrás, ella estaba sentada frente al espejo y dejé mi barbilla en su cabeza, observando lo linda que era sin maquillaje.

—Si, pero yo te amo muchísimo más.

Llévate mi anillo, me lo devuelves cuando regreses, así cada vez que veas tu mano te acordarás de mí y cuando menos lo esperes estarás de vuelta entre mis brazos.

Veo a través del espejo como sonríe levemente, no era una sonrisa de felicidad, era como si sintiera tristeza después de escuchar lo que le acababa de decir, ni siquiera me respondió a lo que le dije.

—¿Dije algo mal? — me separé de ella y se quedó callada, yo seguía observándola por el espejo — ayer no te separaste de mí en ningún momento, cada vez que toco el tema de tu viaje lo evitas y no le dirigiste la mirada a Stefanny en todo el fin de semana, ¿ocurre algo?

Mi paciencia estaba llegando a su límite, si odiaba algo era que me oculten cosas.

—Sólo me da tristeza saber que no te voy a volver a ver, — enmudeció — por unas semanas.

—¿Sólo es eso?

—S...

—Kenia, por favor.

Había entrado mi hermana a la habitación y Kenia parecía que había visto a un fantasma.

—Stefanny. — se levantó de su asiento y se acercó a mi hermana amenazante.

Cuando estaban lo suficientemente cerca comenzaron a susurrar cosas que mis oídos no alcanzaban a escuchar, sólo podía ver cómo estaban teniendo una especie de... ¿discusión?

—¿Qué ocurre? — digo cuando los susurros ya se estaban convirtiendo en una pelea, voltean al mismo tiempo y ninguna de las dos habla hasta que mi hermana decide comenzar.

—No sé si me corresponda a mí decirlo.

—¡CLARO QUE NO TE CORRESPONDE A TI! — contesta de inmediato Kenia, su tono de voz fue demasiado fuerte, hasta yo pegué un salto de la impresión — ven conmigo.

hasta morir ; kimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora