Capítulo 2

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Vuelvo a verme al espejo, respiro hondo y me obligo a seguir las palabras de la amable extraña.

Alboroto mi cabello, acomodo mi vestido de modo que me resulte cómodo y un paso para eso es quitarme el estúpido sostén que molesta y encima queda feo con el vestido. Las tiras de las bragas también se ven, así que dejándome ir por el impulso, me las quito y dejo el conjunto en el tacho de basura para salir como si nada hubiese pasado y disfrutar esta noche como si fuese la última.

Camino como si fuese la dueña del puto lugar. Con el dolor convertido en gasolina recorriendo mis venas con la suficiente fuerza para disimular que volvieron a romperme el corazón. 

No me coloco en el centro, sino en el medio, pero a un costado, para poder ir a la barra tranquilamente. Voy a esta y pido un trago.

—Vodka.

—Claro, linda —me permito devolverle la sonrisa de lado al barman, no está mal.

Me bebo el shot de vodka para pedir otro y también beberlo de un solo trago, vuelvo a la pista y me permito liberarme.

Cierro los ojos y disfruto de la canción junto al ambiente erótico y pesado que me rodea al ser una canción lenta y provocativa.

Mis manos recorren mi cuerpo, me permito disfrutar de bailar como se me plazca, acariciando cada rincón de mi silueta, algo que siempre desee que alguien hiciera, pues si nadie lo hace, lo hago yo.

Joder, me siento bien.

Abro los ojos cuando la canción cambia.

Dangerous Woman de Ariana Grande suena cuando fijo la mirada en los ojos que siento que no dejan de mirarme desde la canción anterior. Sus ojos conectan con los míos y, aunque esté oscuro, me doy cuenta de lo atractivo que es, por lo que también sigo el consejo de la extraña Alice.

Sin despegar mi mirada de él, comienzo a mover mis caderas suavemente, cierro los ojos un segundo cuando comienzo a descender con mis manos por mi cuerpo, acaricio mis pechos y cuando voy por la cintura los vuelvo a abrir; noto que su mirada sigue mis manos y sonrío sabiendo que estoy logrando lo que quiero.

Volteo y sigo bailando al ritmo de la canción, giro un poco mi rostro y vuelvo a mirarlo, deja de mirar mi trasero para ver mis ojos, me devuelve la sonrisa y veo que deja un vaso en la barra para levantarse. Vuelvo mi vista al frente y sigo bailando.

Noto cuando llega a mí, siento un calor intenso en mi espalda y unas manos grandes se colocan sobre mi cintura. Me quedo inmóvil cuando siento sus labios rozar mi oreja para susurrar bajo y ronco.

—¿Qué deseas?

Volteo mi rostro al reconocer la voz y es el mismo chico que me choqué hoy y si antes pensaba que era atractivo, joder, de cerca es ardiente.

—Olvidar —susurro de vuelta.

Una de las comisuras de sus labios se eleva hacia arriba y baja sus manos a mis caderas para pegarme a él, miro hacia adelante y comienza a moverse lentamente, al principio estoy media tensa, pero solo necesito de unos segundos para relajarme y dejarme ir por la música y el momento.

Mi piel arde y debo entreabrir mis labios para respirar mejor al sentir sus grandes manos moverse sobre mis caderas y su respiración caliente cerca de mi oreja.

No hablamos, solo bailamos. Muevo mis caderas con mis manos sobre las de él, despego una de mis manos y la llevo a su cuello para deslizarla por su hombro y seguir por mi cuerpo. Me sorprende, de buena manera, cuando esta vez él coloca su mano sobre la mía acompañando mis caricias sobre mí, así que decido hacer que la tensión sea mayor y coloco su mano debajo de la mía, para que él me toque.

Amor PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora