5 de noviembre, 2021
Muchas veces me pongo a pensar.
¿Por qué un título universitario te hace mejor que alguien que no lo tiene?
Es algo que no logro entender.
Por eso veo con frustración las propuestas académicas en la pantalla que no terminan de convencerme.
—¿Qué haces? —le pregunto a Exe, mi novio, que ríe viendo su celular mientras reviso mis correos.
—Viendo memes.
—¿De? —me quiero acercar, más se aleja.
—No te van a gustar —frunzo el ceño, confusa.
—No lo sabes, quizás también me ría —vuelvo a intentar acercarme, pero aparece la pantalla de inicio.
—Mierda, lo perdí.
Me quedo viéndolo, sus ojos negros no me miran, se quedan en la pantalla.
Podré tener sólo 18 años, pero no soy estúpida. Hace semanas que actúa raro, distante.
Intento saber qué ocurre, quizás tiene algún problema que no me está diciendo, yo podría ayudarlo, pero no me cuenta nada.
Nunca fue muy comunicativo, una de las cosas que no me gustan mucho de él, pero siempre fue bueno y dulce, por lo que lo dejaba pasar, aunque terminásemos discutiendo por ello.
—¿Está todo bien? —pregunto dejando de lado su celular y sentándome a horcajadas, haciendo que toda su atención, por primera vez en toda la tarde juntos, pase a mí.
—Sí ¿Por qué? —pregunta sonriendo mientras acaricia mi cintura.
Peino su cabello rojizo hacia atrás y dejo un casto beso sobre sus labios.
—Últimamente estás raro —hago una mueca y él frunce el ceño.
—¿Raro? —asiento y desvía la mirada—. Lo siento, preciosa, es que mi cabeza está en el ingreso a la Universidad, no sé si voy a entrar, mis padres me presionan para que haga el ingreso para otra por si no me aceptan en esta, mi abuelo sigue en el hospital y —suspira y ahora me siento mal por hacerlo recordar todo esto— lo siento, seguramente no te estuve dando mucha atención cuando estamos juntos.
—Está bien, ahora que me dices todo eso creo que es entendible —me sonríe y me alza para dejar mi espalda sobre la cama—. ¿Qué haces? —pregunto riendo cuando se quita la camiseta.
—Demostrándote cuánto me gustas y que no te olvido por muy distraído que esté.
Sonrío sintiendo que todo está bien y sólo era mi cabeza.
Quiero decirle que puede decirme esas cosas, así podría apoyarlo y ayudarlo, pero no quiero arruinar el momento cuando sus manos bajan mi short y dice que me quiere entre besos.
6 de noviembre, 2021
Veo a mi madre hablando por teléfono con mi hermana.
—No puedo creerlo, hija, es asombroso.
Mi hermana Tamara es siete años más grande que yo. Veterinaria, se recibió en cuatro años y trabaja en otra ciudad en una de las mejores clínicas.
Toda una genio. Todo un orgullo para mis padres.
Y luego estoy yo.
Hace unos días terminé la secundaria.
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Amor Perdido
RomanceBelia no sabía qué carrera estudiar, ni que su novio no era tan bueno como aparentaba. Pero sí sabía que estaba cansada de sufrir por amor. Aunque no sabía que se cruzaría con una persona que cuando algo se fija en su cabeza, nada lo detiene. Jacob...