BELIA
22 de febrero, 2022
Vamos. Respira.
Ignora lo famosos y poderosos que son.
Y lo buenos que están los dos.
No pensé en mi vida que iba a encontrarme con ellos. Pero es mi oportunidad y no puedo desaprovecharla porque me arrepentiría toda la vida.
—Hola —cuando ambos me miran, ella sonríe, él no.
Mierda, estoy temblando.
Y sudando.
—Hola —dice con dulzura la mismísima Ammbar Blake.
Me quedo muda. En shock. Al escucharla y saber que me está hablando a mí.
—¿Necesitas algo? —pregunta y asiento.
Joder, mujer, respira y hazlo o vas a pasar vergüenza.
—Sí.
—Rápido que debemos irnos —dice tajante el mismísimo Enzo Leone.
—¡Enzo! —lo regaña bajito ella y me saca una sonrisa cuando él bufa, pero se calla—. Dime —me dice con una sonrisa que amenaza con darme un orgasmo aquí mismo.
—Intenté que me tomen para trabajar en tu estudio —digo mirando a Enzo que eleva una ceja.
—Te rechazaron —asegura.
—Ni me tomaron en cuenta porque estaba lleno.
—Pues una lástima.
Veo que Ammbar voltea los ojos y coloca una mano sobre mi antebrazo.
—Lo lamento, seguro eres muy buena.
Me está tocando.
¡ME ESTÁ TOCANDO!
¡Respira!
¡No puedo!
Decido tomar valentía y hacerlo de una vez por todas. Saco mi libreta de mi bolso y se la ofrezco.
—Por favor, es mi sueño. Sé tatuar, tengo un certificado de un curso que tomé. Dibujo desde que tengo memoria y si pudieran ver mis diseños, les aseguro que no se van a arrepentir.
—No hay más cupos —me corta Enzo, su novia suspira.
—Déjamelo a mí —dice tomando mi libreta con la mano que estaba en mi antebrazo y quisiera quejarme porque no me está tocando más—. Vamos a verlos y en cuanto pueda te doy una respuesta ¿Te parece?
—Sí. Sí. Sí. Sí. Sí.
Creo que fueron muchos sí.
—Bien. Ahora vámonos —Enzo toma la mano de ella y la entrelaza con la de él mientras intenta llevársela.
—Adiós, que tengas lindo día —me dice dulcemente.
—Ustedes también —le respondo.
Cuando se suben al auto y se van, mis pulmones largan todo el oxígeno que estaba reteniendo.
—Acabo de hablar con Ammbar Blake y Enzo Leone —digo en un susurro para tratar de comprender lo que acaba de pasar—. Debo contarle a Alice.
—No te creo —me dice sorprendida.
—¡Te lo juro! ¡Eran ellos!
—¡Te odio! —me grita—. ¡¿Por qué no me dijiste?! ¡Iba corriendo!

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Amor Perdido
RomansaSu encuentro fue intenso de primera. Uniéndolos en un recuerdo inalterable. Pero ella no quiere cometer los mismos errores. Y él quiere ser el mejor error en su vida. Parece que, aunque ella no lo quiera, terminan encontrándose siempre. Obligándolos...