Capítulo 6

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14 de diciembre, 2021

—¿Quién cortó con su novio y ahora está soltera? Esta chica —Alice se señala a sí misma apenas llega al bar y la miro sorprendida.

—¿Cortaron oficialmente? —asiente con una sonrisa y la miro desconfiada—. ¿No estás un poco triste?

—Nah —se sienta a mi lado en la banqueta y saluda a Fede con un beso en la mejilla para luego hacerlo conmigo—. Si hubiese llegado a quererlo, sí estaría mal, pero como no, me da igual.

—Quién pudiera —dice Fede con una sonrisa media incrédula—. Yo soy medio enamoradizo.

—¿Medio? —digo metiéndome el sorbete entre los labios para beber jugo.

—Tampoco tanto —me recrimina y río haciendo que golpee suavemente mi hombro—. No la escuches, exagera —le dice a Alice que sonríe divertida.

—Cambiando de tema... —digo volteando hacia ella que se pide una cerveza—. ¿Te diste cuenta que nuestras madres se juntaron sin decirnos? —ella ríe y asiente.

—Se tomaron muy en serio conocerse.

—Y todo porque sus nombres son similares —dice Fede igual de divertido.

—Pero, tiene algo bueno —sigue Alice—, ahora nos vamos a ver más seguido. Se cumplió tu sueño ¿No? —río y asiento.

—Obvio, pedí eso a las 11:11.

—Lo sabía —me tira un beso y sonrío, pero Fede me mira mal.

—¿Y no pediste algo por mí?

—Claro que sí —miento y entrecierra sus ojos.

—¿Sabes que sé cuándo mientes? —abro la boca para decir algo, pero la cierro.

—¡Era sarcasmo lo de Alice! ¡Ni siquiera creo en el 11:11! —niega con la cabeza, molesto.

—¡¿Cómo que no crees en el 11:11?! —se indigna Alice ahora.

—¡Sólo es una hora! —me mira mal y ahora ambos están molestos por cosas estúpidas.

Bufo y me centro en mi jugo, en un rato se les va a pasar.

—¿Qué tiene la hora 11:11 de especial? —volteo a un lado, hacia la voz grave de mi derecha y me encuentro con un hombre que debe tener la edad de Fede, cabello negro muy corto y ojos cafés claros.

—Se supone que a las 11 y 11 pidas un deseo porque diversas fuerzas rondan a esa hora —frunce un poco el ceño y me encojo de hombros—. Eso es lo que dicen, no lo sé.

—Es cierto —salta Alice y este la mira unos segundos para volver a mirarme.

—Y tú no crees en eso —niego y mira a Alice—. Y tú sí —seguramente asintió, pero no la veo, él sonríe y las comisuras de sus labios se van hacia abajo como si estuviera pensando en eso.

Dejo de verlo, ya que sería raro que siga haciéndolo.

—Soy Jared —vuelvo a verlo y me sonríe.

—Belia —le devuelvo la sonrisa y asiente para apoyar su brazo sobre la barra volteándose hacia mí.

—Bonito nombre, nunca lo escuche.

—No sé qué significa, ni su origen, pero es lindo —digo tranquilamente.

—No tanto como la dueña, pero seguro debe sonar mejor entre sábanas —un suave jadeo sale de mi boca ante su comentario.

Así que quiere coquetear...

Amor PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora