Amor Perdido

Capítulo 8

27 de diciembre, 2021

—¿Entonces discutieron? —me pregunta Alice mientras caminamos por el centro.

—No, lo evadimos.

Hablamos de lo que pasó en Navidad.

Mis padres sacaron dos temas que Tamara y yo no queríamos tocar.

Relaciones y estudio.

Así que de repente nos interesó lo que nuestro padre tenía que contar de su aburrido trabajo.

Alice ríe y asiente. Ella y mi hermana se llevaron muy bien y esta le contó que es lesbiana, por lo cual entiende el por qué no quiere hablar de ello.

—¿Qué es esto? —pregunto llegando a un estudio de tatuajes que no había visto antes aquí.

—Es nuevo ¿No te enteraste? —me pregunta y niego—. Mujer, sabes de política, pero no de chisme —río y la miro esperando a que me diga más—. ¿Conoces al dueño de la empresa multimillonaria Leone? —asiento—. Pues Enzo Leone, el famoso empresario que tiene tanto poder que no sale en revistas a menos que él lo apruebe, abrió este estudio de tatuajes.

—Es chiste —digo impactada y niega sonriendo.

—El mundo entero se sorprendió al ver que le interesan otras cosas que su empresa, los negocios y su novia.

—Bueno, eso no me lo esperaba —digo viendo el estudio.

"Tänzer" es el nombre.

—¿Sabes qué significa? —le pregunto y asiente.

—Bailarina en alemán, creo que lo puso por su novia —abro los ojos con sorpresa.

—Eso es... impresionante.

—Sí... —suspira de manera soñadora viendo el estudio y seguimos caminando—. ¿Viste lo que es ese hombre? Por Dios que me arruine, me dejo completamente —largo una carcajada—, está más bueno que las sobras de la heladera cuando vuelves de fiesta.

—Me gustan sus tatuajes.

—¿Y viste a la novia? Por ella me hago torta —vuelvo a reír—. No me sorprende que haya atrapado a ese hombre, es preciosa y dicen que es súper simpática, además es impresionante como baila, te hipnotiza.

—Suenas enamorada —digo divertida.

—Lo estoy, de la pareja que hacen, quiero que me adopten.

Vuelvo a reír con ganas y seguimos caminando.

Pero en mi mente sigue ese estudio. La imagen se queda grabada en mi mente. Con miles de dudas y pensamientos que surgen a raíz de ello.

30 de diciembre, 2021

Toco el timbre y me balanceo sobre la punta de mis pies, sintiendo un retorcijón en el estómago por los nervios.

La puerta se abre y él me recibe con una sonrisa seductora, pero dulce.

—Hola, lobito.

Voltea los ojos y río un poco, se inclina y besa mi mejilla.

—¿Alguna vez vas a superarlo? —me pregunta mientras hace una seña con su mano para que pase a su casa.

—Nunca —digo entrando.

—Bienvenida a mi humilde morada —sonrío viendo el interior y coloca su mano en mi espalda baja para darme un pequeño tour de la casa.

Sala con sofás, un baño y un televisor. Comedor y al lado la cocina con una gran isla en medio. Escaleras hacia las habitaciones y los baños. Hasta llegar al patio.