13-DESCUBIERTOS

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—Esto es ridículo...—gruño Xiao Zhan terminando de abotonar su camisa y tomando el saco negro que yacía sobre su cama—. No tienes autocontrol...

El azabache volteo ya completamente vestido con un traje negro un poco arrugado y el cabello alborotado. Le dedicó una mirada furiosa al menor y paso despacio sus dedos sobre su cabello para tratar de peinarse con ellos.

—Lo siento...—hizo un puchero el castaño—No pude controlarme...

Xiao Zhan suspiro agotado, en cuanto todo el equipo de meseros y los encargados de armar la mesa central llegaron, Wang Yibo reconoció a su novio y aprovechando la primera distracción de su Superior, literalmente secuestro al mayor tapándole la boca para evitar que algún ruido los delatara. Lo arrastró a la habitación que tenía en la casa de los Wang y se lo devoró como la Bestia que era.

—Espero que no notaran mi ausencia... Debes empezar a controlarte Bodi—señalo con seriedad al menor.

— ¿Cómo me llamaste?—se levantó emocionado y con ojos brillantes.

Xiao Zhan se sorprendió ante el comportamiento infantil y dócil que muchas veces mostraba su novio. No entendía como podía ser tan tierno y después toda una bestia cuando de estar en la habitación se trataba. Aceptaba que es le encantaba, pero nunca terminaba de sorprenderse.

¿Cómo una simple palabra podía emocionarlo tanto?

Sonrió con suavidad ante en otro, percatandose de que ahora parecía un cachorro meneando la cola con alegría, y como hasta él para darle un beso en los labios.

— ¿Cómo puedes ser tan lindo?

—Xiao Zhan... No provoques...—murmuro atrapandolo d ella cintura y pegandolo a él.

— ¡Solo fue un beso bestia salvaje! ¡Suéltame que te pateo!—amenazo el azabache al terminar contra la pared por un hambriento león.

—Solo un poco más...—pidió bajando a besar su cuello al tiempo que jugaba a apretar los redondeados montículos del mayor robándole suspiros.

—Ahhh...Mnnn... ¡Que ya!—gruño Xiao Zhan dándole un rodillaso sin golpearlo realmente.

—Conejo malo. Conejo malcriado—hizo un puchero antes de darle un último beso y abrir la puerta para que pudieran salir.

La fiesta de los Wang fue justamente lo que se esperaba. Elegante, sofisticada y con decoraciones ostentosas. Todas las mesas estaban adornadas a la perfección y los invitados disfrutaban de los tragos preparados al momento según su elección, servidos en copas de cristal y acompañados de aperitivos exquisitos.

Los conocidos de la familia fueron llegando uno tras otro, mostrándose con amabilidad y comentando que como siempre los Wang hacían todo a lo grande. Muchos de ellos ya conocían sobre el compromiso entre la señorita Zhu Anke y Wang Yibo, y como éste uniría a estas dos importantes familias.

Sin embargo, no l castaño en cuanto fue presentado con la muchacha no mostró interés alguno. Simplemente se dedicaba a seguir con la mirada a su novio mientras atendía a los invitados con una linda sonrisa. No podía evitar pensar que cada movimiento o gesto, era un provocación de ese conejito sinvergüenza, el cual para su sorpresa sabía que era vigilado por un león al que de vez en cuando le mandaba un beso a la distancia a escondidas.

Zhu Anke observó con detenimiento a su prometido. Era guapo y alto, su carácter parecía ser tranquilo y no se mostraba como los otros jóvenes en la fiesta bebiendo de más. Frunció el ceño al notar como coqueteaba descaradamente con el muchacho de antifaz, y suspiro apoyándose en ese hermoso vestido pegado que contrastaba con su larga cabellera pelirroja, sobre el marco de la puerta que daba al jardín.

AMADO RIVALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora