—Ve un poco más lento...—gruño el azabache ante el andar apresurado de su novio.
—Quedamos en almorzar con mi mamá a las dos de la tarde, no podemos llegar después—instó Wang Yibo caminando a pasos firmes.
—Si no me hubieras destrozado las caderas anoche, podría caminar más rápido "amorcito"—habló con sarcasmo Xiao Zhan.
—Fué tu culpa por enseñarme esos mangas Yaoi, sabías perfectamente que te haría todo lo que decía allí—sonrió volteando para ver a su novio enfadado.
—Desvergonzado... ¡Pues si quieres que lleguemos a tiempo ve preparando tu espalda!—advirtió cruzandose de brazos.
—Bien, si eso es lo que quieres... Será como quedamos la vez anterior "amorcito", "Una ronda por cada cuadra"—bufo tomando desprevenido al mayor y subiéndolo a su hombro.
— ¡Oye! ¡Así no que me mareo!—pataleo avergonzado.
Wang Yifei había citado a su hijo y a su pareja a uno de sus restaurantes favoritos, dónde preparaban una combinación exquisita de comida proveniente de América del Sur. Su plan era engañar al menor para que asistiera sin saber que en realidad tanto su hermano como si padre estarían allí sin saber de dicha reunión. Quería arreglar la situación con su familia cuánto antes, o no podría pasar en paz sus últimos momentos.
Al llegar al restaurante, Wang Yibo dejó a su novio en el suelo permitiéndole pararse y recuperarse de su mareo producto del movimiento. Se estiró para recuperarse y empezó a contar con los dedos de sus manos con total naturalidad.
—Fueron un total de diez cuadras, lo que significa que son diez rondas... Podría acostumbrarme a llevarte a todos lados cargado—bromeó con una sonrisa triunfante—. Por cierto, sería bueno que te vayas haciendo a la idea de que está noche será muy larga... Está mañana leí todos los Mangas de Otoko Dakeratai...
— ¡Ni se te ocurra! ¡Tú desvergonzada versión real de Angel Calenturiento!—gruño completamente sonrojado.
— ¿Dónde podremos conseguir miel?—se llevo la mano al rostro pensando.
— ¡Te estoy diciendo que...!—se detuvo ante el reflejo de la ventana frente a ellos—. Yibo...
— ¿Sí conejito?
—Tu familia está sentada cerca de la ventana...—murmuro en voz baja.
—¿Eh?—pestañeó asimilando la información.
Xiao Zhan y el castaño se escondieron rápidamente detrás de uno de los muros, viendo desde lejos como su madre conversaba con su esposo mientas esperaban que su hijo terminara de leer la carta muy confundido.
—Yo me voy—dijo Wang Yibo alejándose un poco.
—Espera...—insistió tomándolo del brazo—. No puedes irte solo así... ¿Que tal si están aquí por qué quiere verte tu papá?
—No lo creo, ella me habría advertido... Seguro e suma trampa para todos. No quiero verlo.
—Por favor, hazlo por ella... Quiere dejar todo solucionado y a su familia bien. Dale ese regalo a tu mamá...—acarició las mejillas del menor con cariño—. Es tu familia, te conozco lo suficiente como para saber cuánto los amas...
—Está bien, pero si sale mal... Nos vamos a nuestro departamento—beso sus labios para tener valor.
—Bien, si vas y tienes paciencia con él... Te recompensaré toda la noche—sonrió coquetamente.
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AMADO RIVAL
أدب الهواةXiao Zhan había perdido la ilusión de algún día enamorarse, creyendo que el amor solo era una fantasía. Durante una tarde el muchacho se encuentra con un estudiante de la facultad de medicina del que cree podría enamorarse, sin embargo este tiene su...