Xiao Zhan acomodó el ramo de flores en aquella pequeña mesita junto a la cama de hospital. Rosas blancas, las favoritas de quién una vez lo recibió en su familia como un hijo más. Sabía que llegado el momento tendría que ser fuerte como para apoyar a su novio, pero él mismo se sentía como un frágil cristal a punto de romperse.
Los Wang eran una familia poderosa, pero que a su vez cuidaban de ellos y se mantenían unidos. Una versión muy diferente con la que el azabache creció, y más aún después de lograr ser aceptado por Wang Qiren.
Sus días con Wang Yibo los pasaban en la Universidad de Yunmeng y luego el trabajo, salían juntos a todos lados y pasaban sus noches entrelazados como dos amantes insaciables. Desde tareas como cocinar y limpiar, la disfrutaban como pareja, aprendiendo lo que era tener una relación con alguien que lo amaba y que él amaba. El miedo constante de repetir los errores de sus padres, se esfumaron al comprender que era el dueño de sus decisiones.
Así tanto Xiao Zhan como Wang Yibo, visitaban a diario a Wang Yifei, y los fines de semana se quedaban para poder tenerla cerca. Y es que la noticia dada por el médico, de que el tratamiento ayudaba a su enfermedad y le daba un año más de vida para despedirse, era su última oportunidad de demostrar cuánto era amada.
Ahora ente el cielo despejado y la suave brisa de la mañana, Xiao Zhan acompañaba a su novio que aún permanecía sentado junto a la cama de su madre ya fallecida. Sosteniendo su mano para calmarlo y aguardando en silencio a qué dejara salir todo su dolor ante la perdida de una mujer maravillosa.
Wang Yifei había logrado su objetivo, dejar a su familia unida y a sus hijos por buen camino. Tan pacífico pudo ser su despedida, que cerró los ojos mostrando una sonrisa a su familia.
—Hijo, debes comer algo... No has descansado desde ayer—dijo Wang Qiren tocando el hombro de su hijo menor.
—No quiero apartaré de su lado—murmuró acariciando la mejilla de su madre.
—Yifei descansa tranquila, y lo más seguro es que esté en un lugar mejor. Era una mujer increíble que sabía cómo ganarse el corazón de los demás...
—Papá tiene razón, debes dormir un poco. El tío Lan llegará pronto para ayudarnos con los papeles y preparativos del funeral—intervino Wang Liu Haikuan.
—Pero...
—Bodi, por favor. No queremos que te enfermes—insistió el azabache.
Wang Yibo miró una vez más a su madre, parecía simplemente dormida y tranquila. Se levantó de su asiento y salió de la habitación de la mano de su novio. Caminaron sin decir palabra alguna, hasta llegar al auto de Xiao Zhan y subirse en la parte posterior con el mayor sentado y el mas alto recostado entre sus piernas para poder dormir un poco.
Al cabo de una hora, Xiao Zhan jugaba con el cabello castaño del menor, acariciandolo con cariño y cuidando su sueño. De pronto, una llamada lo saco de sus pensamientos y respondió en voz baja.
—Hola papá.
—Hola Zhan. Mañana estaré llegando debido al retraso en el vuelo... ¿Cómo está tu... novio?—cuestiono Xiao He Peng.
—Mal, solo espero que no se enferme.
— ¿Ya hablaste con tu madre?
—No, ella está ocupada con su nueva familia... No te preocupes.
A pocos meses de ser aceptado por la familia Wang, el azabache recibió la visita inesperada de su padre. Xiao He Peng era un hombre que prefería su soledad y pasarla bien con sus conquistas antes de preocuparse de su familia. Sin embargo, para sorpresa de su hijo, cuando éste le confesó que tenía novio, su padre hizo lo posible por mostrarse comprensivo y tratar de disminuir aquella brecha que tantos años los separó. Después de todo, cometió errores, pero amaba a su hijo, solo sería cuestión de tiempo para terminar de acostumbrarse.
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AMADO RIVAL
FanfictionXiao Zhan había perdido la ilusión de algún día enamorarse, creyendo que el amor solo era una fantasía. Durante una tarde el muchacho se encuentra con un estudiante de la facultad de medicina del que cree podría enamorarse, sin embargo este tiene su...