Capítulo 5

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Me despierto con fuertes retorcijones en las tripas

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Me despierto con fuertes retorcijones en las tripas. Noto que aún estoy en el sofá y que hay desechos de pizza y un pomo de Coca-Cola vacío tirados en el suelo. Me quedé dormida aquí, y mis padres no me despertaron. Saben que odio que lo hagan. Da igual si al otro día amanezco con un dolor terrible en la espalda.

Pero ojalá y el dolor de hoy fuera en mi espalda y no en mis tripas. Creo que ayer me excedí al comerme aquel helado de tiramisú que estaba tan delicioso.

Unas ganas enormes de vomitar me entran de pronto, así que tengo que correr hacia el baño. Esquivo a mi padre, que está aún medio dormido, en el intento. Llego al baño y subo la tapa del váter para desechar toda la comida antes ingerida.

Al terminar, termino con el estómago totalmente limpio. Lo bueno que tengo es que como y como, y, cuando llego al límite, desecho todo. Así que nunca me enfermo.

—Sabía que esto te pasaría. Dejaste todas las huellas en la sala —me dice papá desde la puerta con un pequeño tono de regaño. Yo lo miro encantadora y, luego de convencerlo de que no le diga nada a mamá y de terminar de recoger mi desastre, me acuesto a dormir nuevamente, esta vez en mi cama.

(...)

— ¿Pero por qué tengo que ir? —Pregunto enojada. — ¿No me pueden dejar aquí? Es lo mejor.

—Tus tíos quieren verte —dice muy relajada mamá mientras se pone sus pendientes en frente del espejo.

—Ni que me quisieran tanto —murmuro por lo bajo, pero me escuchó, así que me mira con reproche.

—No digas eso —Regaña. —. Además, tus abuelos también estarán. Toda la familia.

—Por eso mismo —Digo frustrada. —. Déjame aquí —Ruego. —. En mi paz. Tenía pensado tener un fin de semana de pelis.

—Siempre lo tienes. Ahora deja de protestar y vístete —salgo de su habitación enojada y tiro la puerta, me dio igual sus gritos regañándome.

Mi familia es algo insoportable, siempre están encima de mí sacándole palabras y preguntando cosas. Prefiero mandar un mensaje cada dos meses deseándoles una feliz vida y ya.

Cuando entro a mi cuarto me dirijo al closet. Saco un Jean negro y un buzo gris bastante grande. De calzado opto por mis Vans negras.

Me da igual si voy muy casual, si fuera por mí, iría en pijama. Pero mamá no me dejaría ni ir a la sala así.

Cuando estoy lista, bajo con el celular y los audífonos en mis manos. Hoy pienso escuchar mucha música y evitar a todos, como es normal.

Una sola palabra: INCOMPRENDIDA   [Completa✓] #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora