Narra Alaia
Cuando tus padres te dicen que tienen que hablar contigo, por instinto, lo primero que se te viene a la cabeza es preguntarte: “¿qué hice?” Incluso sin hacer absolutamente nada malo, al menos en mi caso. Porque otros sí empiezan a hacer el listado: “¿Fue por el helado que me comí a escondidas?” “¿Se habrán enterado de que me escapé para ir a esa fiesta?” y también está la clásica: “¿Habrán visto mi boleta de calificaciones?”
Me encuentro en esta encrucijada, sin saber el motivo de seriedad de mis padres. ¡Y es que hasta saben que tengo novio desde que empezamos! Así que esa no es una opción.
—¿Hice algo malo? —pregunto luego de un momento de silencio. Mis progenitores niegan y se miran el uno al otro.
—Princesa —Empieza mi padre a hablar. —, tú mejor que nadie sabes que siempre quisimos tener otro hijo, pero que por motivos de enfermedades no pudimos. Incluso tú fuiste un milagro. —Asiento despacio.
—¿Mamá está embarazada? ¿Volvió a quedar en cinta? —pregunto, y al contrario de estar triste, estoy feliz por ellos. Pero mi madre niega despacio.
—Ya estoy algo mayor para eso, corazón —eso lo sabía, pero no perdía nada con preguntar.
—Queremos adoptar. Ayer fuimos al orfanato y conocimos a varios niños. Hay un pequeño de ocho años que nos cautivó. Su madre murió al dar a luz y su padre es un alcohólico que lo entregó. Es un pequeño risueño que parece no haber pasado por todo eso —en la mirada de mis padres noto lo feliz que están por ayudar a este niño.
—¿Cómo se llama? —curioseo.
—Santiago, pero todos le dicen Santi.
—Quiero conocerlo —me han transmitido su emoción en cuestiones de segundos.
—¿No te molesta la idea? —pregunta con cautela papá, como si de un momento a otro fuera a cambiar de opinión. Tal vez en otros tiempos me pusiera a protestar, pero ahora no, así que niego.
—Sé que ustedes siempre han deseado tener más hijos y ser una familia numerosa, también está que en unos meses yo me voy a la universidad. Ya sea a unos minutos o a horas de aquí, no estarán el mismo tiempo conmigo. Yo me hago adulta y debo tomar mi camino, y sé que les pondrá bien triste quedarse solos en casa. Al menos eso lo alargamos un poquito más, ya que para que Santi sea mayor le falta más que a mí.
—No sabes cuantos nos alegras de que pienses en nosotros y nos apoyes en esta importante decisión —papá toma mi mano y la acaricia mientras me mira con orgullo.
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Una sola palabra: INCOMPRENDIDA [Completa✓] #1
Teen FictionEn medio de un mundo lleno de palabras. Un mundo que detesto. Un mundo que no me comprende. Porque así soy: INCOMPRENDIDA. (........................................................) Créditos de la portada a mi amiga Laura. PD: No admito ningún tipo...