Indirect Kiss

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—¡Vamos Manic la pasarás genial! —un erizo azul se encontraba rogando a su hermano mientras le perseguía por toda la casa.

—Sonic no quiero ir a esa fiesta —le pedía cansado—. Allí solo van los chicos geniales.

—Oh vamos, nos han invitado y en serio piensas rechazar la propuesta —le recriminaba.

—Solo porque tu novio es popular nos tomaron en cuenta —le recordó.

Sonic se sintió derrotado.

—Tienes razón pero... ¡Vamos, eres muy joven para ser amargado! —dijo haciendo un mohín.

Manic le vio exasperado, realmente su hermano en ocasiones era un poco molesto. Pero debía admitir que la curiosidad le ganaba, nunca asistió a una de esas dichosas fiestas de los chicos populares.

—Solo un rato, pero después regresaremos a casa —le dijo lanzándole miradas recriminatorias.

A Sonic le brillaron los ojos.

—¡Sabía que eras un amor!

[…]

Los hermanos veían incrédulos aquella pequeña fiesta —que de minúscula no posea mucho—.

—Genial... —se quejó Manic sintiéndose aturdido al ver a todos los invitados—. Que pequeña fiesta —comentó con sarcasmo.

Sonic veía a sus costados mientras buscaba a su amado novio por el lugar. Y lo divisó a la lejanía; se acercaba emocionado al verlo.

—Lo que me faltaba —Manic vio como se ponían de melosos ambos.

Sonic abrazaba a su amado mientras hablaban.

—Iré a dar vueltas por ahí y por allá —dijo entre susurros alejándose de su hermano para luego perderse por toda la fiesta.

La música sonaba a tope, algunos bailaban, otros bebían y algunos otros estaban con sus parejas. Manic se sentía tan asfixiado de ese ambiente, decidió ir por una bebida y alejarse un poco de todo.

Era más de la tranquilidad, odiaba el ruido y digamos que estar en ese lugar no era lo suyo. Tomó algunos tragos de su ponche de frutas y pudo sentir un ligero toque de alcohol. No era desagradable, pero tampoco era su favorito.

—¡No puede ser! ¿Eres el hermano menor de Sonic? —escuchó la pregunta de alguien que se acercaba.

Le vio perplejo, pues no lo conocía y le hablaba con mucha confiaba.

—¿Perdón? —le dijo.

—Lo siento. Que grosero de mi parte no presentarme. Mi nombre es Scourge, soy nuevo en la clase.

Manic le observó mientras lo analizaba.

—Ya te recuerdo, llegaste la semana pasada —le dijo más tranquilo—. Perdón, suelo ser muy olvidadizo con los nuevos rostros —expresó dejando su vaso a un costado.

—No te preocupes. Creí que no vendrían a la fiesta. Shadow me dijo que invitó a su novio y a su hermano. Nunca pensé que Sonic fuera tu hermano, los dos son tan distintos.

—Sí, es lo que comúnmente nos dicen —le dijo incómodo.

—¿No te molesta que me quede a tu lado? —le preguntó mientras dirigía su mano hasta el vaso que contenía su bebida—. Después de todo, el sonido aturde y la tranquilidad es hermosa.

—Supongo que no... —Manic abrió los ojos impactado al ver que el erizo bebía de su propio vaso—. ¡Te has confundido, esa era mi bebida! —le regañó con pena.

—Lo sé —le contestó riéndose.

—¿Eh?

—Solo quería probar algo... ¿Quizás un beso indirecto? —dijo tomando aún más del ponche de Manic.

Manic se puso tan rojo como la sangre.

—¡¿Un beso?! —preguntó ofendido. Luego sintió como su mano era apresada por la del otro chico—. ¡¿Qué crees que haces?!

—Me gusta ser directo. Me gustas —exclamo sin vergüenza alguna—. Y quiero saber si te gustaría quedar algún día —le pidió.

Manic contuvo la respiración, qué clase de confesión era aquella. Algunos chicos llamaban al verdoso, este refunfuñó molesto. Sacó un papel de su chaqueta y se lo entregó a Manic.

—Si tu respuesta es afirmativa, llámame. Estaré atento a mi celular. Hasta pronto Manic —se despidió llevándose su vaso de ponche.

El menor le vio irse y no dijo nada. Tragó saliva mientras temblaba.

Su corazón se volvió un caos.

—Eres un... —gruñó buscando a su hermano entre la multitud y apretando aquel pedazo de papel entre su mano—. ¡SONIC!

Scourganic Flufftober 2021 *Censurado*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora