Scourganic Flufftober 2021 *Censurado*

Ｂａｔｈ Ｔｉｍｅ

No creía en las supersticiones, es más era el menos indicado para opinar sobre ello. Se negaba a pensar que la mala suerte existía y más que a él podría pasarle algo como eso.

Se sentía devastado, quería creer que era tan solo una coincidencia encontrarse sumido en esa situación.

—¡Qué vergüenza! —chillo tomándose la cabeza.

Tenía un solo día libre, estaba estresado, cansado, quería relajarse. Su hermana le había recomendado las aguas termales y reservó una cita. Manic lloraba internamente al ver que otro chico se encontraba en la misma habitación. Su plan era pasar un rato en el agua tibia solo y sin distracciones.

Pero por equivocación, la misma habitación que reservó fue dada al otro chico que también se sorprendió al verlo allí.

No hubiera sido un problema sí...

—De todos los posibles candidatos... tenías que ser tú —Manic lo señalaba.

El otro sujeto solamente le veía, también se notaba que no esperaba encontrarlo allí.

—Oh también es un gusto verte Manic —le saludó con amargura. Se encontraba sentado sobre una silla antes de entrar al agua.

—¡¿Qué rayos haces aquí?! ¡Se supone que reservé esto hace una semana! —espetaba avergonzado.

—¡Oye! No es mi culpa que la estúpida recepcionista nos haya puesto a ambos en el mismo lugar —rodaba los ojos mientras suspiraba—. Seguramente se olvidó que ya había reservado esta habitación para alguno de los dos.

Manic negaba, quería gritar desconsolado. No podría disfrutar de su baño.

—¡Como sea! —Scourge se incorporó lentamente comenzó a quitarse todas sus pertenencias.

—¡¿Qué haces animal?! —le gritó Manic apenado y cubriéndose la cara.

—No voy a perder el tiempo, vine a relajarme; aunque estés aquí —le vio encogiéndose de hombros—, claro que voy a disfrutar de mi baño.

Manic le veía sonrojado. Desvío la mirada para evitar ver más allá de donde podía.

—¡Eres un...! —le recriminó dando un grito ahogado; lentamente volvió la mirada al erizo que se había metido a la poza de agua tibia. Dio un suspiro, quería relajarse no estresarse más.

—Deberías hacer lo mismo; no creo que te reembolsen el dinero —le sugirió el otro de lo más natural.

Manic negó, tenía razón. Con todo lo que le costó ahorrar el dinero para ir a ese lugar.

—¡Más te vale que no intentes nada o te las verás conmigo! —lo amenazó mientras se quitaba sus pertenencias y las dejaba de lado; se acercó para meterse lentamente en el agua.

Scourge sonrió pícaro sin que lo viera, pero por ese día, no tenía planeado hacerle nada. Le vio con el rabillo del ojo; Manic se encontraba metido en la poza, se veía tan apenado.

—Oh Manic, sé que soy muy sensual para ti, no necesitas ponerte tenso con mi presencia —bromeaba mientras se volteaba a verlo—. No te haré nada, claro a menos que quieras... —una esponja que se insertaba en su boca lo calló de golpe.

Manic refunfuñó molesto.

—¡Y-Yo no estoy tenso! —exclamó—. ¡Deja tus ideas, solo quiero relajarme! ¡Si sigues haciéndote ideas, lo próximo que vas a comer será jabón!

Scourge escupió la esponja y soltó una risa tediosa y molesta.

—Ya entendí —expresó apenado—. Adelante; dormiré, no hagas ruido —le dijo volteándose para darle la espalda, estiró sus manos para tomar sus gafas y ponérselas.

A los pocos minutos el verdoso se quedó dormido. Manic le veía sorprendido, su corazón latía tan frenético; odiaba el hecho de que Scourge le pareciera lindo aunque fuera un idiota pervertido. Admiró su espalda, se notaba que era fuerte; algunos músculos resaltaban, seguramente era por el ejercicio que hacia el verdoso.

Mordió sus labios mientras algunas ideas sensuales subían a su mente; seguramente saldría con algún problema si seguía pensando en ellas y ese pervertido no perdería tiempo para burlarse de él o aprovecharse de su aparente inocencia.

Scourge sonreía triunfante, no estaba dormido. Su malévolo plan dio resultado.

Después de todo... aquella recepcionista fue muy fácil de convencer por un poco de dinero.

—"Todos tienen su propio precio" —pensó.