You make me a better person

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Sostenía un sobre entre sus manos mientras observaba el atardecer; salió a despejar su mente. Muchas emociones inundaban su pequeño pecho aun así se armó de valor para leer esa carta.

Volví la vista hasta ella en donde claramente estaba escrito su nombre.

Para Manic.

Un dolor se aferró a su pecho, se la entregaron hace tan solo unos días, no estaba del todo seguro que contendría pues, su corazón estaba roto.

Lentamente, abrió el sobre y únicamente existía una hoja que contenía una leyenda escrita a mano.

Se preguntó, ¿cómo podría estar pasando eso?

Pero estaba seguro de que aquella carta podría calmarlo. Comenzó a leerla con la suave brisa acariciando sus flequillos.

¿El mundo es realmente pequeño?
Sinceramente, siempre me hice esa pregunta. Siempre anduve de aquí para allá, buscando, destruyendo, y provocando el mal. En un punto de ni vida, eso me dio todo lo que deseaba pero...

Realmente cuando te vi, eso perdió sentido.

No digo que fuera alguien que realmente le pusiera una razón a todo, a veces solo me dejaba llevar por la corriente de la vida y eso de manera inevitable me condujo hasta ti.

Nuestro encuentro fue curioso, no recordaba la desazón al saber que eras el hermano de mi rival más odiado. Quizás por eso elegí joderlo un poco más, solo para verte.

Cuando hablamos la primera vez sin tener la estúpida razón que yo era el malo y tú el bueno, sentí que algo cambió. Por un momento quise detener el tiempo y únicamente poder hablar un poco más contigo.

Creo que ese pensamiento me impulsó a querer dejar esa mala vida que tenía. Es gracioso, aun recuerdo la expresión de tu rostro cuando te propuse escapar conmigo y llevarte a conocer todas las zonas del universo.

Fue algo que no esperabas en lo mínimo y también fue doloroso cuando dijiste que estaba loco. Luego, comencé a pedirte que nos viéramos en otros lugares en donde la policía y tu hermano no estorbaran. Pensaste que era solo para molestar, pero no fue así.

Ese día amé tus ojos, se mostraron tan impactados al saber mi nueva propuesta y declaración.

¿Por qué buscar gobernar los multiversos, si podría tener solo aquel que me hizo darme cuenta de mis errores?... y ese estaba en tu mirada.

Quisiste que fuera una broma, pero no era de esta forma.

Después de eso nos dejamos de ver, casi como ocho meses. Fueron unos malditos meses de angustia, dolor y rechazo; usualmente no me importaban los rechazos, pero el tuyo me hizo sentir...

Como una basura.

Después de un año, nos volvimos a ver por mera casualidad. Mis emociones estaban tan vivas como el día en que me pediste que te dejara en paz y tú... seguramente también sentiste lo mismo.

Encontré la manera de seguirte el rastro hasta que inevitablemente, volvimos a hablar. Mi propuesta seguía en pie, y aceptaste.

Fueron gloriosos años en donde pude volver a creer que por muy tonto que fuera, ser bueno tenía sus beneficios. Aunque claro, al principio todos se opusieron a que los dos estuviéramos en ese tipo de relación.

Manic, no puedo estar más que agradecido por la vida que tuve; los años que pasamos huyendo hasta el día en que nos casamos.

Aún recuerdo cuando Canelita llegó a casa, estabas tan feliz. Luego, la adopción de dos bellos hijos. No tuve un buen ejemplo de mi padre, pero a tu lado, hice mi mayor esfuerzo.

Te quiero agradecer por todo el amor que me diste, por creer en mí, por darme una familia y... una razón para creer que cada día que pasaba yo iba mejorando.

Pero, todo tiene una sorpresa, ¿no?

Quizás para cuando leas esto, yo estaré lejos de tu lado. A miles de kilómetros de distancia o quien sabe, quizás este a tu lado leyendo esta ridícula carta que escribir momentos después de enterarme del destino que me esperaba.

Los últimos meses comprendí que todo el daño que hice en algún momento se me iba a cobrar, pero no esperaba que de este modo.

Amor mío, lamento haberte ocasionado este dolor. Si en mí hubiera estado tomaría la primera arma que tuviera y acabaría con mi vida. Pero tú lo evitaste.

El mundo es pequeño. Porque mi mundo eras tú, mi sol eras tú y la razón de existir siempre fuiste tú.

Quisiera haber tenido el valor de decirte esto cuando aún podía hablar pero no pude.

Manic quiero que sepas que a donde quiera que vaya, estaré aguardando por ti y aun así tenga que pagar mis pecados, no dejaré de buscarte.

No quiero que estés triste para cuando el momento final haya llegado, en cambio, regálame una sonrisa; esa sonrisa que destruía mi mundo y lo hacía renacer. No llores, no lo hagas porque prometí jamás hacerte llorar. En cambio, quiero que cantes las canciones que antes te dediqué. No te atrevas a dejar de vivir porque aún hay dos razones para estar en este mundo.

Manic, mi Manic...

Gracias por hacerme una mejor persona.

Te amaré por siempre y para siempre.

Tu querido idiota, Scourge.

[…]

Un anciano lloraba en silencio mientras sus lágrimas cayeron sobre la carta en sus manos. Hace tan solo una semana que su esposo había partido de ese mundo a causa de una enfermedad.

Los últimos meses fueron duros para ambos y el pronóstico no era positivo.

Volvió la vista al atardecer mientras lloraba.

—Eres un idiota —susurró con la certeza que Scourge le escuchaba— y aun así, te amo.

Aún le faltaban muchos amaneceres que ver, muchos lugares a donde ir, conocer a sus nietos y contarles anécdotas. Manic estaba seguro de que cuando se volviera a ver con Scourge le diría todo lo que sucedió durante su ausencia y que Scourge lo abrazaría.

Se dio el ánimo para volver a casa mientras esa carta se estrujaba sobre su pecho, debía vivir... no por él, sino "por ellos".

—Hasta luego, cariño —se despidió dejando atrás ese atardecer.



Después de todo, Scourge no tendría que esperar mucho por él; el destino en ocasiones puede compadecerse.























The end.

Scourganic Flufftober 2021 *Censurado*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora