31 días describiendo en pequeños capítulos algunas actividades de una de mis OPT's.
Algunos capítulos no llevarán relación y otros pueda que si.
¡Que lo disfruten!
Temática gracias a #EsDeFanfics y al #Flufftober2021
Un agradecimiento especial a la...
Se sentó cansado sobre una banqueta; estaba agotado de estar caminando sin parar. A su lado se sentó otro chico, más joven que él mientras colocaba el rostro sobre su hombro.
Hace muy poco ambos habían elegido cuidar a un tercer miembro en su pequeña familia.
—¿Y ahora que más falta a la bebé?
—Aún falta una cama y ropa —le dijo Manic— pero estoy cansado corazón, descansemos un poco.
Scourge recostó su cabeza sobre la de Manic.
—No puedo creer que accediera a esto —su voz denotaba su felicidad.
—Al principio no la querías, sé que es difícil para ti, pero me alegra que la hayas aceptado —Manic se removió con cariño.
—Admito que me siento satisfecho porque es contigo y tú me enseñas que es lo que debo hacer...
—Oww Scourge deja de ser tan adorable —le susurró dándole un pequeño beso.
Se incorporaron para retomar las compras. Muchos curiosos miraban como aquella pareja poco usual de erizos caminaban tomados de las manos mientras hablaban. Se metían a varias tiendas en busca de artículos para el tercer integrante.
Leche, algunos tazones y ropa calientita se podían observar en las bolsas que cargaban.
Manic sonreía con ternura y se reía, adoraba pasar el rato con Scourge y más cuando ambos iban de compras para alguien en especial.
—¿Crees que le guste este? —le preguntaba Scourge mostrándole algunos collares.
—¡Son muy lindos! —Manic corrió para verlos—. Quizás este rosa le agrade, ella es muy inquieta.
Decidieron comprar todo lo que les agradaba; querían consentir y darle mucho amor a aquel ser que les hizo sentirse tan unidos. Después de terminar las compras, se dirigieron a su casa en donde aguardaba la festejada.
Manic le pidió a Scourge no emitir ningún sonido mientras abría la puerta y entraban.
—¿Preciosa, estás aquí? —preguntó Manic.
Algunos pasos rápidos se escucharon desde el fondo de su casa. Una pequeña perrita de color café claro con blanco llegó corriendo hasta los brazos de Manic.
—¡Canelita también te extrañé cariño! —le abrazaba mientras la perrita lamía su rostro.
—Pequeña, deja a Manic en paz —Scourge le tomó entre sus brazos para cargarla.
—No puedo creer que la dejaran a su suerte en la calle —dijo Manic viéndola— eres tan tierna —le hablaba Manic con dulzura.
—Pero ahora está en buenas manos y en un hogar.
—Tienes razón corazón —se volvió a incorporar cargando a la perrita—. Vamos que aún debemos ponerle sus cositas en la habitación, ya quiero ponerle su ropa.
Ambos se dirigieron hasta ese lugar, con aquella perrita que llegó a alegrar sus días.
Canelita escomoeste perrito
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Quizáscreyeronque hablaba deunbebé...
Lectoresbelike:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.