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Tú me haces sentir amada
y especial.
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La noche se asomó y nuestro grupo de amigos adultos estaban en la casa que Ino comparte con Sai, se encontraban comiendo y bebiendo, menos Naruto, lo que le extrañó mucho a la Yamanaka.

—¿No te gustó la comida? —preguntó entristecida, a lo que el rubio negó rápidamente para sonreirle.

—¡No, no! No es eso, Ino, es solo que no quiero que Sakura-chan sea la única comiendo sola y quiero acompañarla por mucho que no me hable, aunque se me está haciendo difícil esperarla, tengo hambre...

—Oh. Seguro ya viene en camino, Naruto, ya sabes cómo son los turnos del hospital —el rubio asintió sonriente e Ino se movió a la cocina donde Sai la observó y se le acercó.

—¿Todavía está en el hospital? —cuestionó en forma de clave, ya conocía el plan.

—Sí, debe de estar "guardando" los suministros o "revisando" los pacientes, aunque eso es lo último, debe de estar aquí pronto, pero no sé si podremos retener a Naruto por tanto tiempo... —voltearon a ver al rubio que miraba la comida serio —Es demasiado paciente, tiene como una hora así...

—Iré a buscar a Sakura-chan —anunció Naruto levantándose, esas palabras le cayeron como ladrillos en la cabeza a la rubia, tenía que cubrir a Sakura.

Unos toques a la puerta llamaron la atención de todos e Ino se apresuró en abrir la puerta encontrándose a su amiga, la cual abrazó fuertemente agradeciendo que haya llegado, un poco más y seguro que las descubría.

—¡Sakura! ¡Estás aquí! ¡Me alegro tanto! —la pelirrosa correspondió el abrazo confundida —Casi sale a buscarte —murmuró entre dientes.

—Lamento la tardanza, mi turno parecía no tener fin —le sonrió a todos y fue a sentarse con su novio, aún seguían distanciados, pero al menos se miraban y se sonreían leve —. No has comido nada, Naruto... —observó su plato antes de que Ino lo retirara para calentarlo.

—No quería comer sin ti —dijo observándola.

—No es necesario que me esperes, si tienes hambre tienes que comer.

—No tendría un agradable sabor si no estás a mi lado... —las chicas murieron de amor, los chicos solo hicieron muecas y Sakura le sonrió enternecida.

Ahora la pelirrosa se sentía un poco culpable por tener que engañarlo, pero ya todo estaba decidido y no podía echarse para atrás. Disfrutaron de la velada riendo y recordando cómo era Sai e Ino cuando se conocieron y cómo terminaron hasta ese punto, Sakura ya no sabía qué hacer, ya sabía que en cualquier momento empezarían a despedirse y todavía no pasaban a la parte uno del plan, Naruto estaba aprovechándose de lo distraída que estaba Sakura para tomarla de la mano y hacerlo pasar como una casualidad, como Sakura no reaccionaba, Naruto le daba una que otra caricia, al menos así podría vivir un poco más, era una tortura vivir en la misma casa y no tocarse, Ino se levantó interrumpiendo sus pensamientos.

—Ay, cielo, iré afuera un momento a tomar aire, ¿vienes conmigo, Sakura? —cuestionó antes de que alguien se atreviera a mencionar lo fresca que estaba la casa, la Haruno aceptó y se levantó dejando en el Uzumaki las ganas de tocarla un poco más, ya tenía una semana sin rozar su piel.

Una vez afuera, ambas admiraban las flores que había en la jardinera, voltearon a verse por un segundo con preocupación.

—Aún estamos a tiempo de echarnos para atrás —la Haruno negó.

Lo Que Siempre Soñamos Ser... [NaruSaku] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora