Lobo.

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Mariel.

Desperté por el maldito dolor en todo mi cuerpo y el sol golpeando mi cara con todo su brillo presumiendo lo cálido que es, tan solo intentar levantarme es una tortura me duele todo el cuerpo y no siento mi brazo izquierdo no me sorprendería que esté roto o incluso que no esté en su lugar, con dificultad volteo mi rostro solo para comprobar que efectivamente está en donde debe estar, suspire un poco aliviado pero eso tambien me causo un horrible dolor, preferí no moverme y tal vez esperar a que me coman los cuervos y me maten lenta y dolorosamente, no es como me hubiese gustado pero me conformo.

Me quedé en el mismo lugar sin moverme ni un poco hasta que llegó la noche, mi estómago gruñe de hambre, tengo sed y me duele todo el cuerpo ya no lo soporto más, me tengo que levantar e ir a buscar algo para comer, aunque sea una manzana, también necesito agua y mis analgésicos.

Estúpido! ¿Como no pensaste en eso antes?

Tengo los analgésicos que me dio Victor con eso puedo calmar el dolor y buscar agua y comida para después volver a casa, si fuese un hombre lobo o un vampiro con gusto me quedaría a vivir en el bosque pero lamentablemente soy un humano y si voy a vivir quiero estar en buenas condiciones.
Justo ahora me doy cuenta que no tengo ropa, lentamente me moví para buscar mi mochila y mi ropa, encontré mi camiseta o más bien lo que queda de ella y por suerte mi pantalón está intacto, las cosas que había en mi mochila están regadas por todas partes pero logré encontrar los analgésicos y sin agua me trague dos de esas pastillas.
Solo esperé hasta que el dolor se hizo menos y me pude vestir, recogí mis cosas y camine lento y sin apuro a mi casa, si en el camino me encuentro con algo de comer entonces seré afortunado, si no pues tendré que esperar hasta mañana.

Antes de poder salir del bosque me desplome en el suelo,el dolor volvió más fuerte que antes y ahora no puedo moverme para nada, tengo tanta hambre y sed, también tengo frío y sueño, si me duermo tal vez no despierte nunca, estaba por cerrar los ojos cuando escuché gruñidos frente a mi levante la mirada, en unos arbustos había dos ojos rojos mirándome, al principio pensé que podría se de cualquier animal, un murciélago, un búho, una lechuza, entonces aquel animal comenzó a caminar hacia mi y lo vi claramente, no es un animal, es un monstruo.
Un hombre lobo, como pude me levanté y comenzé a correr en dirección contraía a el.
¿Porque corro? ¿Que no quería morir? Pues si, quiero morir.
Pero estos monstruos no te matan, a no, ellos te torturan y te hacen sufrir de manera que ni tú mismo conocías, esos monstruos son iguales a los vampiros, seres sin compasión.
Esa bestia me está siguiendo a pasos lentos, está jugando conmigo, tengo que salir del bosque y llegar al pueblo, ahí los cazadores me ayudarán.
Vi unas luces a lo lejos, justo en el lugar donde está el pueblo, voltee atrás y me di cuenta que el lobo ya no me sigue, tal vez se canso de jugar o deje de interesarle.
Me confíe y disminuí la velocidad para tratar de descansar, baya error.
El monstruo salto sobre mi aplastandome contra el suelo mientras me huele todo el cuello con su húmeda nariz, comenzó a lamer mi nuca y mi espalda mientras me quita la camiseta.
No, nononono, este monstruo está pensando en aparearse conmigo! Es enorme! Definitivamente va a matarme de una manera que nunca pensé ni esperé. Supongo que no importa de que manera sea siempre y cuando muera, pero aún así no me gusta el dolor, odio el dolor.

--- Ayuda.--- Susurre antes de que aquella bestia arranque toda mi ropa en pedazos.

Quizá yo tenga el mismo destino que mi ropa y muera hecho pedazos, supongo que ya no importa nada, después de todo voy a morir.
Esa bestia comenzó a tratar de meter su enorme pene en mi, si mete eso definitivamente moriré, mordió mi cuello tratando de levantarme pero solo logro que grite y el cuello me sangre, no soy un hombre lobo no puede hacer esto.
Comenzó a gruñir, al parecer no le estoy facilitando el trabajo
Intento acomodarme para quedar en cuatro pero no tengo fuerza en las piernas así que simplemente me desplome todas las veces que trato de levantarme.
No dejo de morder mi cuello en ningún momento y seguí perdiendo sangre hasta quedar inconciente.
Después no supe lo que fue de mi.

 Después no supe lo que fue de mi

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