Nombre.

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Narrador omnisciente.

El rey decidió quedarse con Mariel sin importar que el alfa este esperando su presencia.

--- El rey está ocupado en este momento, no podrá reunirse con ustedes el día de hoy, porfavor vuelva otro día.--- Sebastián hablo lo más amable que pudo a pesar de odiar a ese alfa.

--- ¿Disculpa? Es de mala educación dejar esperando a tus visitas!--- Miranda, la omega de la manada comenzó a quejarse.

--- Este es el castillo del rey vampiro, si el rey lo desea podría dejarlos esperando durante décadas, por favor guarden silencio.--- Sebastián hizo una reverencia para después irse dejando a esos lobos con la boca abierta.

--- Sebastián hizo una reverencia para después irse dejando a esos lobos con la boca abierta

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El rey se quedó junto a Mariel en todo momento.
Mientras dormía se despertó llorando un par de veces, aunque en sus ojos se veía el terror jamás gritó, ni una sola vez gritó al despertarse, se removía de forma brusca pero no gritó, en ese momento el rey agradeció ser un vampiro que no necesita dormir así podía quedarse despierto al lado de Mariel.
El rey trato de imaginarse todo lo que vivió Mariel para reaccionar de esa manera, cualquiera que tenga una pesadilla al menos grita un poquito pero Mariel no gritó ni una vez, eso solo hizo enojar más al rey, se prometió que en cuanto supiera quién hizo sufrir tanto a su pequeño el mismo de encargaría de asesinarlo con sus propias manos.

Un par de sollozos llamaron su atención, Mariel despertó llorando de nuevo.

--- No llores pequeño, estoy aquí.--- El rey abrazo a Mariel para calmar su llanto.

--- Ya no quiero dormir, snif. Los recuerdos vienen en forma de sueños cada vez que duermo.--- Mariel se froto los ojos con una mano y con la otra se aferró fuertemente a la playera del rey.

--- Está bien no pasa nada, son solo recuerdos, nada de eso volverá a pasar ¿De acuerdo? No dejaré que eso pase, voy a cuidar a mi reina.--- 

"Reina"

Esa palabra causo un pequeño rubor en las mejillas de Mariel al mismo tiempo que lo distrajo un poco del tema.

--- No digas reina, soy un hombre.--- Dijo entre pucheros.

--- Entonces ¿Que te parece mi príncipe?--- Mariel se ruborizó aún más y olvidó por completo sus horribles recuerdos.

--- Está bien, príncipe está bien. Gracias.--- Ese agradecimiento no iba solo por corregirse, el rey en todo momento se encargo de tranquilizar y distraerlo.

--- No agradezcas mi pequeño.--- Eran la 5am por lo que a Mariel no le apeteció volver a dormir, simplemente se quedó en silencio acurrucado con el rey.

Rey, siempre le dijo así pero en realidad no sabe su verdadero nombre.

--- Rey.--- Soltó sin pensar dudando de seguir hablando.

--- Dime pequeño.---

--- Emmm, esque yo.- Se interrumpió a si mismo para pensar bien lo que va a preguntar.- ¿Cuál es su nombre? S-siempre lo llamo rey p-pero no se su verdadero nombre.--- Mariel escondió su cara en el pecho del rey para evitar que lo mire.

--- Yo no tengo nombre.---

--- ¿Porque no?--- Alzó su cabeza.

--- Lo olvide, he vivido durante tanto tiempo y todo el tiempo me llamaron rey, señor, su majestad etc. Simplemente termine olvidando mi nombre y todos los que lo sabían ya murieron.--- respondió restándole importancia al tema.

--- ¿Entonces debo seguir llamándote rey?--- Mariel hizo un puchero, realmente no le agradaba mucho seguir llamándole rey.

--- ¿Quieres ponerme un nombre?--- El pequeño albino miro al rey con el ceño fruncido.

Un nombre es una gran responsabilidad y Mariel solo tiene 18 años, no puede nombrar al rey de una forma estúpida.

--- ¿Seguro? ¿Y si eligo un nombre tierno? Por ejemplo caramelo o algo así.--- Las risas del rey le sorprendieron, jamás había escuchado algo tan tierno y varonil al mismo tiempo.

--- No importa si me quieres llamar pastelillo, aún así me gustará.---

Bien, ya lo había decidido, elegiría un buen nombre para el rey.
Mientras piensa Mariel tiene la manía de fruncir el ceño y mover los labios sin hacer ningún sonido, cosa que a el rey le pareció extremadamente tierno.

--- ¿Que te parece Kellan?--- Hablo después de un rato pensando.

--- Me gusta, a partir de ahora mi nombre será Kellan.--- Tras la mención de esas palabras Mariel sintió un pequeño dolor en su pecho pero fue tan leve que lo ignoro y sonrió hacia el rey.

--- Está bien, Kellan.---

-Nota-

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-Nota-

Hola
Quiero decir dos cosas.
1- Al principio el nombre del rey sería Damián, pero me gustó más Kellan, aunque eso es irrelevante.

2- Probablemente no actualizaré hasta febrero del próximo año, muchas gracias por su paciencia y por leer este desastre de historia.

Muchas gracias.
Bais.

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