El cielo pálido se estaba volviendo brillante en el este. Ye Wuchen se puso de pie y miró a la durmiente Ye Ning Xue. Las Dos cicatrices dañaban su belleza, pero ella tenía el corazón más inocente y puro. Él la besó en la frente y luego salió a regañadientes.
—¿Te marchas? —dijo el anciano quien estaba sentado en el muñón de un árbol —un muñón que ha estado allí durante muchos años— con su bastón en las manos golpeteando el suelo. Chu Jingtian se paró frente a Ye Wuchen con desgana en su rostro.
—Hermano Wuchen, ¿realmente te vas? —dijo con pesar y mirada ansiosa.
—Cuida bien de Ning Xue por mí —asintió con tristeza Ye Wuchen—. El transcurso de mi travesía probablemente esté lleno de peligro, y no puedo llevarla conmigo... La vendré a buscar cuando tenga un lugar seguro donde vivir. Si no puede esperar, puedes llevarla a buscarme también.
Chu Jingtian estaba a punto de jurar cuidarla cuando el anciano habló antes que él.
—No se preocupe por eso. No nos iremos de aquí dentro de 3 años, y no dejaremos que Ye Ning Xue sea intimidada.
—Tres... ¿Tres años? —preguntó Chu Jing Tian con los ojos abiertos y miraba a su abuelo; gotas de lágrimas casi cayeron en su rostro de incredulidad—. Abuelo, ¿hablas... en serio? ¡Tres... Tres años!
El anciano lo ignoró y arrojó algo a Ye Wuchen. Fue una cosa negra que le arrojó. Lo tomó y vio un anillo de color negro, no se veía especial y estaba casi descuidado, tenía una pequeña palabra «楚» esculpida en él. (Nota: «楚» se lee como Chu)
—¿Que es esto?
—Es un anillo de almacenamiento que no se cuenta como una rareza en el continente Tianchen, pero te debería ser de alguna utilidad.
—¿Anillo de almacenamiento? —De repente, el asombro se presenció en los ojos de Ye wuchen, asintió y lo puso en su dedo índice izquierdo—. Gracias abuelo Chu, algún día te devolveré la amabilidad.
—No es necesario. Ya lo has hecho —Dijo el anciano mientras sonreía. Sabía que el joven había roto la barrera y que los liberó de la "jaula": les dio una libertad renacida. Esta era una verdadera bondad.
Ye Wuchen no discutió más con él, lentamente le dio la espalda y agitó las manos en despedida.
—Abuelo Chu, hermano Da Niu, cuiden bien de Ye Ning Xue por mí, nos volveremos a encontrar pronto.
No miró hacia atrás y se alejaba con pasos lentos. Chu Jingtian bajo su mano y con ojos llorosos veía la silueta del joven desapareciendo en el follaje del bosque.
—¿Nos acaba de dejar? —murmuró de mala gana cuando de repente pensó en algo, se volvió hacia el anciano y preguntó con angustia—: Abuelo, ¿es cierto que no nos iremos de aquí dentro de 3 años? Pero yo...
—Es cierto —le interrumpió el anciano, tranquilo y con ojos profundos—, al menos 3 años o nunca saldremos.
Chu Jingtian casi se arrodilló ante el anciano. Ha estado atrapado en este lugar tan abandonado por Dios durante 15 años completos; ha estado esperando con ansias su sueño de salir algún día de aquí, al final ese día había llegado pero le dieron este obstáculo. Si el anciano no estaba de acuerdo, no podría irse. Tampoco se podia escapar, sin importar qué método use.
—Él es como un dragón emergiendo del mar —comentó el anciano, se puso de pie y añadió—: mientras que tú debes ser como un tigre feroz. Y antes de que te conviertas en ese tigre feroz, no podras salir.
—¿Un tigre feroz? ¿Cuándo me convertiré en un tigre feroz?
—Cuando entiendas un poco el Reino del Cielo —el anciano dijo con voz tranquila y digna mientras veía el horizonte—, entonces podrás salir de aquí.
—Reino del Cielo —dijo Chu Jingtian incrédulo—. Pero ni siquiera he alcanzado el Reino Espiritual en los últimos cinco años, ¿cómo será posible que alcanze el Reino Espiritual y luego atraviese el Reino del Cielo en tan sólo 3 años?
—¡Humph! —El anciano que siempre estaba tranquilo, esta vez soltó un bufido frío y dijo:— Cada generación de nuestra familia Chu debe estar en el pico más alto del Dao de la espada en el continente Tianchen. Tu padre murió joven, ahora hemos depositado en ti todas las esperanzas de la familia Chu. Si no tienes confianza en alcanzar este objetivo, ¿cómo mereces ser descendiente de la familia Chu y el nieto de Chu Cang Ming, es decir, mi nieto?
Chu Jingtian, en vergüenza, bajó la cabeza y no se atrevió a decir una palabra.
El anciano de repente usó su bastón para golpear el suelo, con un sonido de choque, el bastón se convirtió en 4 pedazos. Una espada delgada oxidada, que brillaba con una tenue luz azul, apareció en las manos del anciano. Exclamó en voz baja unas palabras y la espada estalló en una luz brillante y apareció una espada nueva: la hoja, que tenía menos de 1 metro, brillaba con una luz zafiro y su delgado cuerpo se expandia 3 veces.
—A partir de hoy, esta espada te pertenece. 3 años después, si no eres lo suficientemente poderoso como para merecer la espada, te la retiraré —El anciano balanceó los brazos y la espada se convirtió en un arco azul y cayó al suelo frente a Chu Jingtian. Este lo sacó de inmediato y sus brazos temblaban de emoción.
—La espada Cang Ming... También conocida como la espada mágica —murmura Chu Jingtian con ojos brillantes, estaba tan emocionado que quiso besar la espada. Solo estaba excitado, no cauteloso ni asustado, lo que hizo que el anciano casi se golpeara la cabeza.
—Si te lo ganaste dentro de 3 años —dijo—, tienes que recordar que lo usas para matar al mal y ayudar a los débiles. Y también retirarte cuando no puedes ganar, ¿entiendes?
—Entiendo, entiendo —Chu Jingtian respondió y con sus manos gruesas, tocó la Espada Cang Ming una y otra vez como si estuviera tocando algo especial. Finalmente, sus ojos se volvieron agudos y agitó su brazo derecho para usar la Espada y dibujar un arco azul, luego se palmeó el pecho y juró:— ¡No te preocupes abuelo, intentaré llegar al Reino del Cielo en 3 años solo para merecer la Espada Cang Ming!
El anciano asintió y con una sutil sonrisa en su rostro le dio la espalda. Fue tomado como un genio poco común cuando entendió un poco el Reino del Cielo cuando tenía 30 años, alcanzó el Reino del Cielo a los 35, alcanzó el Reino de Dios a los 60. Ahora, aspira a que su nieto vaya más allá. Y lo miraría con deleite.
***
Todavia en el amanecer, Ye Ning Xue, somnolienta, se estiró y abrió sus ojos, pero solo para descubrir que su hermano no estaba con ella. Se apretó la boca con desgana, porque siempre podía ver a su hermano cuando se despertaba. Saltando suavemente de la cama de madera, se arregló el cabello y su ropa, y salió corriendo de la casa.
—¡Hermano! —Llamó con voz quebradiza pero no obtuvo respuesta. Fuera de la casa, solo vio a Chu Jingtian y al anciano.
—¿Donde esta mi hermano? —preguntó Ye Ning Xue mientras se tallaba los ojos.
Chu Jingtian se rascó la cabeza y le sonrió.
—Se fue —dijo.
—¿Se fue? ¿Se fue al bosque? Iré a buscarlo ahora mismo.
—No no —Chu Jingtian agitó las manos al instante, y habló de manera vacilante—. Niña, tu hermano se ha ido de aquí y está en camino al país Tianlong, pero dijo que te vendría a buscar pronto.
Las palabras de Chu Jingtian se atascaron y no pudo decir nada, su corazón de repente dio un vuelco, porque en lugar de tristeza o ansiedad... Veía miedo en el rostro de la pequeña.
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Heavenly Star
AventuraUn adolescente despertó sin saber nada de su pasado. En uno de sus viajes lo confunden con el hijo perdido de la prestigiosa familia Ye. Con esta identidad observa todo lo ocurre en el continente Tianchen, un lugar desconocido para él. Demostrará co...